Miércoles 03 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
Tailandia: echaron al primer ministro
El Tribunal Constitucional lo condenó por ganar con fraude. Liberan aeropuertos

Al cabo de seis meses de manifestaciones antigubernamentales, el Tribunal Constitucional forzó ayer la dimisión del primer ministro tailandés, Somchai Wongsawat, además de inhabilitarlo para ejercer cargos públicos, y disolver a los tres partidos gobernantes por fraude electoral.

Chavarat Charnvirakul, el número dos del saliente Wongsawat, asumirá el cargo de jefe del Ejecutivo provisional. El tribunal estima que tanto el oficialista Partido del Poder del Pueblo (PPP) como los otros dos partidos cometieron fraude en las elecciones generales que les dieron el poder en el 2007, por lo que también inhabilita a los líderes de esos partidos por cinco años.

Wongsawat, que gobernaba desde la norteña ciudad de Chiang Mai para evitar las protestas en la capital, aceptó el fallo, que lo inhabilita a ejercer cargos públicos durante cinco años. "Ahora seré un ciudadano de tiempo completo", dijo.

Tras el fallo, la oposición levantó el bloqueo que mantenía hace más de una semana en los dos aeropuertos de Bangkok, dejando en tierra a 350.000 pasajeros y golpeando los millonarios ingresos de la floreciente industria turística tailandesa.

La decisión judicial que forzó el retiro del primer ministro calmó la protesta, aunque según expertos no cierra la brecha entre la clase media urbana, monárquica y enemiga del ex hombre fuerte Thaksin Shinawatra, y los campesinos que lo idolatran.

El Tribunal Constitucional ordenó disolver el Partido del Poder del Pueblo (PPP) y de dos de sus socios de coalición del primer ministro al que los opositores acusan de ser un simple títere de Thaksin, derrocado por un golpe militar en el 2006. Pero según los expertos, este fallo está lejos de ser una solución. "No resolverá los problemas", dijo Giles Ji Ungpakorn politólogo de la universidad de Chulalongkorn, para quien el dictamen "realmente demuestra es que la élite se está alineando contra el gobierno y la mayoría del electorado".

Un país dividido

La oposición agrupada en la Alianza del Pueblo para la Democracia (PAD), tiene su base en la clase media urbana, formada por elementos del ejército, burócratas estatales y partidarios de la monarquía, que desprecian a Thaksin quien tras ser derrocado vive en Londres. Éste, sin embargo, sigue gozando de una amplia popularidad entre los empobrecidos medios rurales del país, que son la gran masa de votantes y que le apoyaban en las urnas.

Esa división es más compleja incluso, pues a ella se suma el factor geográfico. Así, los campesinos del norte y el noreste -las zonas más pobres- lo siguen idolatrando, mientras que la clase media de Bangkok y la gente del sur del país -más rica por el turismo- tratan de purgar el país de la influencia de Thaksin.

Para Thitinan Pongsudhirak, otro analista político el peligro ahora es que la decisión judicial inflame la rabia de los partidarios gubernamentales y se produzcan nuevas tensiones y, lo que es peor, posibles enfrentamientos. Los diputados de la coalición gubernamental ya convocaron una sesión parlamentaria para la próxima semana para examinar la posibilidad de poder nombrar a un nuevo primer ministro. Sin embargo, los problemas podrían resurgir si la oposición no aprueba la elección. "Éste podría hacer frente casi exactamente a los mismos problemas ", pronosticó al advertir que, entonces, "el Ejército podría moverse", dijo.

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