Miércoles 03 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 39 > Deportes
La Justicia tendrá que esperar
Boca consiguió prorrogar por una semana la declaración de Román.

Juan Román Riquelme jamás imaginó que su gesto provocaría tamaño revuelo, al punto que los abogados de Boca debieron pedir una prórroga, porque la Justicia lo había llamado a declarar hoy como imputado en una causa por "presunta incitación a la violencia".

Ayer, el "Torero" entrenó a puertas cerradas junto a todo el plantel, subió a su auto cuando acabó la práctica y no bajó los vidrios hasta que llegó a casa. Los periodista que se apostaron en las afueras de Casa Amarilla para conseguir su testimonio se retiraron sin nada. Igual, la polémica que generó su "dedicatoria" en el segundo gol ante Racing continúa.

Riquelme recibió por la mañana la notificación para declarar hoy. Rápidos de reflejos, los abogados del club "Xeneize" solicitaron conocer las pruebas judiciales por las que se lo acusa al "10" y pidieron siete días para acudir a la convocatoria judicial, algo que la Fiscalía de La Boca aprobó, por lo que recién se presentará la próxima semana.

La idea de la dirigencia y del cuerpo técnico es que el "Torero" no se preocupe por ningún factor externo al juego antes del partido del domingo en La Plata, cuando Boca se podría coronar campeón si vence a Gimnasia y pierden Tigre y San Lorenzo.

Si bien Román no habló ayer del tema, sí lo había hecho el lunes. Según dijo Agustín Pozzetti, el muchacho al que le gritó el gol y al que casi le caen a golpes otros hinchas, "se la pasó insultando a los jugadores de Boca. Se agarraba los genitales. Entonces corrí a ese lugar (luego de convertir el segundo gol) y solamente le dije: ´Gritá, dale, gritá el gol´", sentenció el enganche.

"Supuestamente es hincha de Boca. No sé para qué va a la cancha a insultar", continuó Riquelme, quien dijo sobre la actuación de la fiscalía: "No entiendo cómo es posible que sea citado a declarar, cuando en el país ocurren otras cosas peores. A mí me secuestraron un hermano y no pasó nada", recordó.

La transgresión por la que está acusado implica una multa de 60 a 120 dólares o diez días de arresto. Por su parte, Pozzetti confesó que puso una guardia personal en su domicilio por temor a represalias.

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