ROCA (AR).- Roberto Linconir no solamente está luchando contra el cáncer de mamas que padece su esposa sino también contra la burocracia y la imposibilidad de recibir en tiempo y forma los medicamentos oncológicos que debe aportar el Ipross.

La semana pasada presentó por tercera vez un recurso de amparo ante la Justicia y ayer tuvo que amenazar con instalarse en la sede roquense de la obra social para recibir las drogas que necesita su mujer.

Paradójicamente, Linconir y su esposa Griselda Roldán desde hace más de dos décadas que desempeñan funciones en distintas áreas del hospital Francisco López Lima. Pero ni siquiera esa cercanía con el sistema público de salud les puede acercar soluciones a la tardanza que sufren en la llegada de los medicamentos oncológicos.

"Ella debe recibir un remedio cada 21 días para afrontar un cáncer de mamas.Estamos ya en el día 27 y necesita sí o sí de ese remedio que me prometieron que hoy (por ayer) iba a llegar desde Bariloche", se lamentó este empleado del área de mantenimiento del nosocomio local.

Fuentes oficiales informaron anoche que las drogas llegaron desde la zona andina durante la tarde y alrededor de las 19 fueron entregadas al afiliado.

De todas maneras, el hombre estaba decidido a seguir adelante con el recurso de amparo para que la vía legal le permita a su esposa mantener el estricto tratamiento.

"Si el señor Pinazo no puede brindarnos una solución, que renuncie", subrayó Linconir mientras aguardaba la comunicación telefónica que le lleve algo más de tranquilidad a su complicada situación.

De esta manera la lista de pacientes que padecen problemas en la recepción de medicamentos oncológicos sigue en aumento, recordando que Salud Pública también registra demoras importantes en la provisión a los hospitales.