Miércoles 03 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 4 > Nacionales
Echaron a Picolotti de Medio Ambiente
Pobres resultados y denuncias de irregulares manejos de fondos, las principales causas.

BUENOS AIRES (DyN).- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner echó ayer a la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti, por estar "disconforme" con su gestión, y designó en su reemplazo al abogado Homero Máximo Bibiloni, quien asumirá hoy. La funcionaria estaba siendo muy cuestionada por la falta de avances en obras como el saneamiento del Riachuelo y también por irregularidades en el manejo de los fondos en su cartera.

Picolotti se enteró de la decisión presidencial por boca del jefe de Gabinete, Sergio Massa, quien la convocó por la tarde a su despacho y le pidió la dimisión.

Fuentes oficiales señalaron que la salida de la funcionaria del gobierno, al que había llegado de la mano de Alberto Fernández, se fundamentó en el enojo presidencial por algunos datos que llegaron a su oficina sobre la gestión en la Secretaría de Ambiente.

El presupuesto de esa dependencia "estaba subejecutado hasta noviembre último", dijeron esas fuentes a DyN, al tiempo que precisaron "se detectaron viáticos por 70.000 dólares en los últimos días para cursos en el exterior" de miembros de la secretaría.

Influyó también en la decisión de la presidenta el veto a la Ley de Glaciares y la demora en la reglamentación de la ley de Bosques, sancionada hace un año, tarea que le correspondía a Picolotti. Días atrás, Greenpeace realizó una protesta en la Jefatura de Gabinete para reclamar por esta reglamentación, lo que cayó muy mal en la Rosada por las buenas relaciones de Picolotti con esa organización ambiental.

Picolotti fue designada en el cargo el 27 de junio de 2006 por el entonces presidente Néstor Kirchner, quien traspasó el manejo de la Secretaría a la Jefatura de Gabinete que ocupaba Alberto Fernández.

Su nombre y su condición de "especialista" en ambiente se hicieron conocidos luego de asesorar a la Cancillería ante los tribunales internacionales en el conflicto con Uruguay por la instalación de la pastera Botnia.

Trece meses después fue respaldada en público por Alberto Fernández cuando una investigación periodística aseguró que había contratado más 300 empleados y designado a su hermano como jefe de gabinete, entre otros hechos que investiga la Justicia Federal ante la sospecha de que malversó fondos públicos. Fue cuestionada por su rol frente a los incendios de pastizales en el litoral, la eficacia del plan de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo reclamado por la Corte Suprema y el impulso de una ley de protección de los glaciares, luego vetada.

El alejamiento de Picolotti marcó una nueva baja entre las filas de los "albertistas" dentro de la administración K. La renuncia de Héctor Capaccioli, ex superintendente de Servicios de Salud y separado por las denuncias de la ministra de Salud, Graciela Ocaña, fue el principal antecedente. La permanencia de Claudio Moroni, titular de AFIP, también quedó envuelta entre especulaciones. En cambio, Juan Manuel Abal Medina ganó la confianza de Massa como segundo en la Jefatura de Gabinete. Otros albertistas que se mantienen son Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco Nación; Alejandro Vanoli, vicepresidente de la Comisión Nacional de Valores; Carlos Fernández, Economía; Ocaña, ministra de Salud.

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