FILADELFIA (AP) - El presidente electo de Estados Unidos Barack Obama volvió a poner su atención ayer en la crisis económica del país, al reunirse con los gobernadores, que le solicitaron miles de millones de dólares para financiar las versiones locales del multimillonario plan de despegue económico que tiene proyectado.
Los mandatarios se ven afectados por un déficit presupuestario estimado, en conjunto, en 200.000 millones de dólares y alegan que se avecina un desastre fiscal.
En tanto ayer se supo que Obama designará hoy al gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, como secretario de Comercio, su última designación en la rápida conformación de su gabinete, dijo un funcionario demócrata.
El nombramiento de Richardson, uno de los políticos hispanos de más alto perfil de Estados Unidos, ex diplomático y ex embajador ante la ONU, será anunciado hoy en Chicago. Richardson había sido mencionado como posible secretario de Estado, pero Obama se decidió por la ex primera dama y senadora Hillary Clinton.
El reclamo de miles de millones de dólares de los contribuyentes tiene lugar en medio de alarmantes predicciones de que los gobiernos estatales, asediados por una contracción del crédito debida a la crisis financiera, se verán obligados a hacer fuertes recortes en los servicios sociales.
Las súplicas de los gobernadores reflejan el poder que Obama ya está manejando antes de su juramento el 20 de enero. El presidente electo y sus copartidarios demócratas, que controlan el Congreso, están bosquejando una legislación para la recuperación económica, que podría costar alrededor de 500.000 millones de dólares.
Es casi seguro que la iniciativa contenga ayuda para los estados, que están luchando con una caída de sus ingresos y reducciones presupuestarias difíciles a medida que se ahonda la recesión. Los demócratas esperan tener lista la iniciativa para la firma de Obama en cuanto él tome el cargo.
Durante su reunión en Filadelfia, los gobernadores estaban presionando a Obama para que el proyecto incluya unos 136.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura, como la reparación de caminos y puentes, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores Ed Rendell, un demócrata de Pennsylvania.
Obama les dijo a los gobernadores que él quiere su ayuda en el diseño de un plan de recuperación económica y prometió trabajar tanto con demócratas como con republicanos. El mandatario electo habló ante un grupo bipartidista de gobernadores que incluyó a algunos antagonistas políticos.
Entre los asistentes estaban los gobernadores republicanos Bobby Jindal, de Louisiana, y Sarah Palin, de Alaska, quien fue la candidata republicana a la vicepresidencia. "A nuestros colegas republicanos, permítanme decir unas palabras en especial", dijo Obama. "Yo les ofrezco la misma mano de amistad y cooperación que les ofrezco a nuestros gobernadores demócratas. Tenemos una democracia fuerte y pujante. Competimos vigorosamente durante una elección, pero con el fin de esa temporada ha llegado el momento de gobernar juntos y ese momento es ahora".
