Saltó al césped de la Bombonera con toda la presión encima. Perdía el clásico con Huracán 1-0 y Boca y Tigre ya habían hecho bien los deberes. Pero por sobre todo, sólo había ganado uno de los últimos seis encuentros, demasiado poco para un equipo que aspira a ser campeón.
Ayer San Lorenzo en 30 minutos, dejó en claro que su apetito por la gloria sigue intacto. En ese lapso, el ´Ciclón´ hizo cuatro goles y le dio vuelta el partido a Huracán, que el sábado en la primera parte del clásico trunco por la lluvia, ganaba por la mínima diferencia por un gol de cabeza del Goltz.
El Globito tenía la ventaja parcial en el tanteador, pero también cargó con una contrariedad que fue clave, ya que el sábado resultó expulsado el atrevido delantero Javier Pastore. Huracán sintió su ausencia en cantidad y calidad.
Fue en consecuencia un martes de resurrección para el ´Santo´, quienes se revitalizaron al apabullar al archirrival en la segunda parte de este mini cotejo.
Huracán estuvo replegado por el jugador de menos y San Lorenzo, a pesar de mover la pelota, prácticamente fue incapaz de inquietar a Alejandro Limia. El local tuvo las chances más claras del primer período porque dispuso de espacios para meter sus réplicas ante un adversario obligado a exponerse por su necesidad de conseguir los tres puntos.
En el plan inicial el Ciclón, que además tuvo que recurrir a Menseguez por el lesionado Rivero, metió mucha gente en ataque, a tal extemo que casi sólo Nicolás Bianchi Arce y Gastón Aguirre esperaron en el fondo.
Por las bandas el ´Santo´ procuró abrir el bloque que armó Cappa, argumento defensivo que sólo resistió durante la primera mitad ya que todo se desbarató tras la conquista de Aureliano Torres a los 3´ del ST, de cabeza tras un centro de Adrián González. A partir de entonces fue todo de San Lorenzo, como si Huracán hubiera desaparecido de la cancha de Boca.
Después del empate Miguel Russo decidió el ingreso de Cristian Chávez por el ´Lobo´ Ledesma´. El primera que tuvo el juvenil, encaminó el triunfo ´santo´. Centro de Aureliano desde la izquierda y el tan mentado "dos cabezazos en el área es gol" se cristalizado cuando Aguirre le bajó el balón a Chávez para el 2-1.
Huracán bajó definitivamente los brazos y quedó a merced de la contundencia de los de Boedo. A los 24 aumentó el ´Cuqui´ Silvera porque le aplicó un cabezazo directo a otro tiro libre magníficamente lanzado por Aureliano.
El 4-1 fue simplemente para que San Lorenzo aumentara su disfrute y el lucimiento de su goleador. La ilusión de pelear por el título por entonces ya estaba intacta.
