NEUQUÉN (AN/ACE).- El interventor de la UNC, Remus Tetu, tenía una directa vinculación con los miembros del Destacamento de Inteligencia del Ejército que comandaba Mario Alberto Gómez Arenas. Y esa estrecha relación se materializaba a través del rol que jugaban Raúl Guglielminetti, que se desempeñaba en el equipo de guardaespaldas del rector, del suboficial Francisco Julio Oviedo, falso estudiante infiltrado en la comunidad universitaria, y del aporte de rodados y equipos de comunicación de la universidad a los grupos de tareas militares.
En su declaración ante el tribunal, semanas atrás, Francisco Ledesma aportó documentación probatoria de cómo trabajan los agentes de Inteligencia, los militares y los espías civiles en conjunto con las autoridades universitarias.
Ledesma solicitó a los jueces que se investiguen esos vínculos que llevan a hechos anteriores al golpe de estado de marzo del ´76 y ponen en la mira a los miembros de la Alianza Anticomunista Argentina (la Triple A) y su accionar en la zona.
Guglielminetti era uno de los integrantes de los grupos que se encargaron de "marcar" a quienes luego serían detenidos en operativos ilegales y llevados a centros clandestinos de detención -tanto a "La Escuelita" de esta ciudad.