Domingo 30 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 34 > Sociedad
Ana Laura cruzó otra meta y contagia optimismo
Tiene Síndrome de Down y completó el secundario. Emocionante acto en el polideportivo de Río Colorado.

RIO COLORADO (ARC).- Ana Laura Calí tiene Síndrome de Down. Sin embargo, a sus 19 años eso no fue obstáculo para que logre uno de los objetivos más importantes que se trazó junto a su familia.

Acaba de finalizar la escuela secundaria -sin llevarse ninguna materia- junto a otros 54 compañeros, siendo el único caso de escolaridad completa en la provincia de Río Negro.

Ana Laura está contenta, y lo transmite a cada instante.

El viernes por la noche, en el gimnasio municipal, recibió el título y la medalla correspondiente, en medio de un clima de profunda emoción y alegría, compartida por todos los presentes.

Los integrantes de la Asociación Patagónica Síndrome de Down (Apasido) quisieron sumarse a la celebración y también participaron del acto protocolar.

"Siempre estuve segura, sin ninguna duda en lo que hacía", afirmó Ana Laura durante la charla con este diario.

Muy poco después de iniciar la conversación, la joven demuestra ser muy desenvuelta para expresarse con un léxico rico y variado.

Cuenta que aprobó todas las materias, aunque confiesa que la que más le costó fue matemática pero pudo salir adelante con un poco más de esfuerzo.

Sobre sus próximos pasos, anuncia: "Ahora quiero seguir con los estudios de guitarra, de italiano en el Dante Alighieri, perfeccionar el inglés y prepararme para trabajar en una oficina de turismo en la localidad, algo que realmente me apasiona". Se lleva muy bien con la computadora, siendo una herramienta fundamental en su preparación y comunicación con el mundo a través de internet.

El esfuerzo de Ana Laura estuvo acompañado en todo momento, desde su nacimiento por sus padres Alicia y Angel que no dejaron nada sin hacer para que su hija siga avanzando. En esta iniciativa que no se detuvo jamás, se fueron sumando seres maravillosos que también hicieron su aporte y que hoy se sienten orgullosos por este paso trascendental de Ana Laura.

Profesionales, docentes, amigos, familiares, compañeros y preceptores que desde el jardín maternal, pasando por la escuela primaria y secundaria, siguieron, acompañaron y ayudaron, cada uno desde su lugar, en todo el largo proceso.

"Agradezco a todos los docentes que me abrieron las puertas y solicito que los otros chicos que nacieron con un cromosoma más, también tengan las mismas oportunidades que tuve yo", concluye Ana Laura con un valioso mensaje.

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