El juez de General Acha (La Pampa), Manuel Álvarez, ordenó liberar a los 14 gremialistas petroleros detenidos por los graves incidentes en 25 de Mayo -cerca de Catriel- que dejaron un muerto, varios heridos y dos vehículos quemados, en medio de lo que muchos definieron de cacería. Así, la causa que investiga la muerte del dirigente de la UOCRA de Mendoza Ariel Quiroga entra en zona riesgosa.
El argumento que trascendió es que los detenidos no pudieron ser identificados durante las ruedas de reconocimiento. Por eso, Álvarez determinó que se los libere, pese a que las declaraciones de los testigos perjudicaban a los detenidos. Sin embargo, pudo saberse que al menos uno de los testigos, oriundo de Mendoza, habría reconocido a casi la totalidad de los acusados como los principales implicados.
El Diario de Santa Rosa deslizó que algunos testigos y hasta los propios policías le hicieron conocer al juez su temor a recibir represalias por prestar la declaración testimonial, lo que ratifica algunas versiones que podían haber sido "apretados" para variar sus dichos.
Según versiones recogidas por el matutino, los abogados que asisten a los involucrados tendrían previsto impugnar o cuestionar la autopsia del cadáver de Quiroga, efectivizado por la médica forense Marlene Arretea, por "su escasa experiencia en la función".
Los dirigentes que estaban bajo sospecha pertenecen al sindicato del Petróleo de Río Negro y Neuquén, que dirige Guillermo Pereyra.
La liberación fue dispuesta luego de que el magistrado tomara al menos ocho declaraciones testimoniales. Previamente, los sospechosos se habían negado a declarar ante el juez.
Ayer, trascendió que el juez llevó adelante diversas diligencias hasta la 2:30 de la madrugada. Prestó declaración testimonial un alto número de personas, entre ellos un gremialista de UOCRA herido, Sergio Vázquez, y 4 policías pampeanos que trataron de evitar los hechos.
En su testimonio, Vázquez habría confirmado que fueron emboscados y que dos de los petroleros del grupo del sindicato de Río Negro y Neuquén lo señalaban como blancos a atacar (a él y a Quiroga) y que sobre el puente recibieron una paliza brutal con cadenas y hierros.
Al perder el conocimiento, no pudo precisar los hechos finales en cuanto a si su compañero Quiroga fue tirado al canal o qué sucedió cuando estaba sin sentido y que no había escuchado de armas de fuego.
Un policía pampeano que estuvo en el lugar de los incidentes declaró que la víctima fue golpeada y empujada por un grupo de sindicalistas rionegrinos al canal, donde luego fue apedreada. Esa situación, según la declaración, provocó que Quiroga se soltara de una rama, para finalmente morir ahogado.
Otros policías de 25 de Mayo coincidieron en sus declaraciones en que se trató de "una emboscada" y no una riña, dado que en la mañana del 20 de noviembre los efectivos que custodiaban el Puente Dique advirtieron la sorpresiva llegada de 200 gremialistas de Río Negro y Neuquén, cuando en el lugar se encontraba sólo un puñado de desocupados y sindicalistas mendocinos.
El jueves 20 de noviembre ocurrió el irracional enfrentamiento que le costó la vida a Quiroga. La razón fue la disputa por sumar afiliados a uno u otro gremio. (El Diario de Santa Rosa y Redacción Central)