NEUQUÉN (AN).- Hasta el 30 de abril, el plan de manejo del fuego sumará, además de la estructura habitual, 136 operarios contratados, 20 vehículos y un avión hidrante alquilados para prevenir incendios en la etapa de mayor riesgo.

Se destinarán poco más de 4 millones de pesos que servirán para reparar autobombas y parte de la infraestructura que había quedado obsoleta.

La presentación del plan se realizó en el Ministerio de Desarrollo Territorial.

Según explicó Yolanda Maiolo, responsable directa de su aplicación, a partir de un convenio con la Corporación para el Desarrollo de la Cuenca del Curu Leuvú (Cordecc) se contrató a 136 operarios que estarán directamente afectados a la prevención de incendios y, en caso que se produzcan, combatirlos.

La capacitación estuvo a cargo de la provincia, especializando a los contratados en incendios forestales y rurales. También tuvo a cargo la elaboración de folletería y publicidad, una de las instancias centrales en cuanto a prevención en los lugares turísticos.

En los casos en los que ni la Cordecc ni el ministerio puedan llegar, se destinarán partidas especiales a los bomberos del lugar.

Del presupuesto total, 1.762.500 pesos será el costo de la compra de insumos para reparaciones -por ejemplo, autobombas- y de la mano de obra. Para los pagos de los sueldos a los empleados contratados se destinará otro millón de pesos, mientras que el resto del dinero solventará los gastos de alquiler de vehículos terrestres y del avión hidrante.

Maiolo destacó la relación con el gobierno nacional, que según expresó, ha mejorado respecto de años anteriores. Ambas administraciones deben trabajar en forma conjunta en algunas áreas, como por ejemplo los parques nacionales.

"Nos hemos incorporado al plan nacional del manejo del fuego, por lo que Nación giró 98.000 pesos que se sumarán al programa provincial", explicó la funcionaria.

El sistema provincial de manejo del fuego coordina las tareas especiales de prevención en materia de incendios entre noviembre y abril.

Es el momento del año en el que, por las altas temperaturas y otros factores como el turismo, el riesgo de que haya incendios es mayor.

Pero la necesidad de prevenirlos tiene que ver también con la dificultad para atacarlos una vez iniciados, ya que en general se producen en bosques nativos o artificiales que terminan consumiéndose.