Sábado 29 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
El "11-S indio" tensa relación con Pakistán

BOMBAY (DPA).- Los medios indios se esforzaban ayer por encontrar palabras para describir la serie de ataques terroristas de Bombay. Un presentador del canal NDTV habló de "una historia singular de terror". Por su parte, el "Indian Express" escribió en alusión a los ataques contra Nueva York y Washington del 11 de setiembre de 2001: "El mundo lo conocerá como el 11-S indio".

Esta frase refleja los sentimientos de muchos indios, que no pueden creer que los terroristan hayan tenido como rehén a su capital comercial durante dos días. Y el gobierno de Nueva Delhi reaccionó con reflejos antiguos y peligrosos: lanzando graves acusaciones contra su vecino Pakistán.

El ministro del Exterior indio, Pranab Mukherjee, responsabilizó ayer a "elementos de Pakistán" de los ataques, que dejaron más de 160 muertos. Los medios paquistaníes se quejaron de la caída de India en el habitual juego de acusaciones.

En anteriores ataques la India se contuvo más, sobre todo porque entre ambas potencias atómicas hay desde hace cinco años un lento proceso de acercamiento que Nueva Delhi no quiere poner en peligro. Pero parece que los atentados de Bombay colmaron su paciencia. El diario paquistaní "The News" criticó el hecho de que las fuerzas de seguridad indias, que no pudieron prevenir los ataques, se sientan impulsadas "a echarle la culpa a otro". Sin embargo, el periódico también reconoció que "la terrible realidad de nuestros tiempos es que Pakistán se ha convertido en un centro mundial del terrorismo".

Medios indios apuntan en dirección al grupo terrorista musulmán Lashkar-e-Toiba. Un atacante detenido confesó al parecer que la mayoría de los aproximadamente 40 atacantes eran paquistaníes. Se cree que llegaron a Bombay en un barco desde el puerto paquistaní de Karachi. Lashkar-e-Toiba es conocido en India, donde el "Ejército de los Puros" es responsabilizado de muchos ataques. La inteligencia india no sólo está convencida de que opera desde el país vecino, sino que además el grupo tiene vínculos con el servicio secreto de Pakistán, el ISI. Por eso el pedido indio de ayer al gobierno de Islamabad para que el jefe del ISI "intercambie informaciones y pruebas" con Nueva Delhi no fue una solicitud amable sino crispada.

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