El juez federal Federico Faggionato Márquez aseguró que aún hay tres líneas investigativas en la megacausa de la efedrina sobre la que no avanzó, vaticinó que "todavía faltan más detenidos" y aseguró que, en base a las pruebas que ya encontró, "más que ruta del dinero es una autopista".
A cuatro meses del descubrimiento de un laboratorio de efedrina en Ingeniero Maschwitz, la causa logró desarticular un negocio de más de 50 millones de dólares y tiene más de medio centenar de imputados, la mitad procesados y el resto prófugos, dijo el juez al hacer un balance de la investigación que se cruzó con el triple crimen de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damian Ferrón.
"Ellos estaban en el negocio de la efedrina. No quiero faltar el respeto a quienes no se pueden defender ni a los familiares que son víctimas, pero ellos estaban en el negocio de los medicamentos legal o ilegalmente", señaló en diálogo con "Chicas de Ley", de Radio El Mundo.
Para ejemplificar el negocio, Faggionato Márquez (juez de Zárate-Campana) aseguró que en esta causa "nuestro primer relevamiento" sobre el manejo de dinero "ya pasó los 50 millones de dólares como inversiones en efectivo, y seguimos para adelante en la ruta del lavado".
"Más que rutas parecen autopistas. Hay muchos dinero del narcotráfico. Y yo cuando pueda dar los nombres de cuáles son esos emplazamientos del nivel de narcotráfico, más de uno va a quedar asombrado", prometió sin querer dar más detalles.
El juez precisó que la causa ya suma 7.800 fojas, con 200 cajas de documentación y repasó: "Hay 26 detenidos, de los cuales 23 están procesados, y otros 25 prófugos y todavía falta". Fue ahí cuando reveló que hay "otras dos pistas sobre las que se está trabajando" y sobre las que aún no pudo accionar por "la capacidad operativa del juzgado".
Este es la nómina de las piezas de la investigación que hasta ahora habrá que terminar de unir como un rompecabezas, según las palabras de Faggionato Márquez: Laboratorio de Ingeniero Maschwitz que donde se investiga a Luis Tarzia y los mexicanos que fueron detenidos el 18 de julio pasado, cuando se allanó esa planta clandestina. La provisión de efedrina al laboratorio de Maschwitz donde están procesados los hermanos Salomón y Mancuso, farmacéuticos.
La conexión de Jesús Martínez Espinoza con la efedrina en Buenos Aires. La línea sobre argentinos, mexicanos y un italiano prófugo, que fue aportada por Martínez Espinoza al declarar y responsabilizar "a otra persona que también esta prófuga en la causa".
La línea que apunta a Mario Segovia, el principal exportador de efedrina. "Es un personaje clave que tiene relación en la causa y está probado que usaba una identidad usurpada, un condenado llamado Héctor Germán Benítez, para poder comerciar efedrina en el país".
Segovia "estaría en el negocio de CD y DVD pero existen algunas sospechas porque, según las pruebas que hay en causa, la documentación secuestrada contenía información sensible que llevaba consigo en un 'PEN-drive' sobre precursores químicos y efedrina", dijo.
Pero además Faggionato se refirió a dos puntas sobre las que aún no se avanzó: "Una línea nacional de efedrina propia sobre la que no puedo dar detalles porque no hemos tomado ninguna medida". "Dos líneas más en donde usaron nombres de 'paja' otras personas también hicieron una usurpación de identidad y se inscribieron en la SEDRONAR (secretaría antidrogas) para exportar efedrina".
Faggionato explicó que "eso es lo básico de efedrina" porque "después tenemos la ruta del lavado de dinero y la responsabilidad contextual de cada uno de los que tendría que haber controlado este sistema" de regulación sobre el fin de la efedrina.
El juez confió que esta causa le "cambió la cabeza" al ver cómo corrompe la "narcocriminalidad y el lavado de dinero", al apuntar a sectores de poder que no identificó. "Cambia la cabeza el hecho de darte cuenta cómo hay plumas pagas, voces encontradas y gente malintencionada que de una manera directa o indirecta trabaja a favor del narcotráfico. Gente que tiene poder. No sólo me refiero al espectro político: poder económico, en los medios, de lo que sea. Uno ahí se da cuenta que uno es mucho más débil de lo que la gente cree", señaló.
DYN