Las fuentes señalaron que esos militantes se hicieron pasar por estudiantes efectuaron "extensas misiones de reconocimiento previas a los ataques". "
Estos ocho hombres alquilaron una casa haciéndose pasar por estudiantes malasios", añadieron las mismas fuentes, que pidieron el anonimato.
Otros militantes habrían almacenado armas y municiones, inclusive en uno de los dos hoteles de lujo blanco de los ataques.
La noche del miércoles, cuando los militantes islamistas lanzaron sus ataques, se les sumó un segundo grupo que había llegado a Bombay por vía marítima, indicaron las mismas fuentes.
Las mismas fuentes precisaron que los atacantes eran "fornidos y en buen estado de salud, con edades entre 24 y 30 años y habían recibido un fuerte entrenamiento en tácticas militares".
"Para alimentarse almacenaron frutos secos, almendras y cosas así", indicó la fuentes, al explicar de qué forma esos militantes se enfrentaron durante 60 horas a los comandos de élite indios.
Las fuentes de inteligencia se negaron a confirmar o desmentir que los militantes eran paquistaníes o que fueron entrenados en Pakistán, para no herir "susceptibilidades políticas".
El primer ministro indio, Manmohan Singh, acusó el jueves a un grupo "basado fuera del país", en una clara referencia a Pakistán, y advirtió sobre las consecuencias que podría acarrear "si no se toman las medidas adecuadas" para frenar ataques similares.
El ministro indio de Relaciones Exteriores, Pranab Mukherjee, también responsabilizó del ataque a "elementos en Pakistán". El gobierno paquistaní negó en reiteradas ocasiones durante los últimos tres días cualquier vínculo con los atacantes.
AFP