NUEVA DELHI.- La pesadilla de Bombay continuó ayer por tercer día consecutivo, tras los ataques terroristas desatados el miércoles contra la capital económica de la India.
El número de muertos aumentó a más de 160, y seguía habiendo tiroteos en el hotel de lujo Taj Mahal. Entre los muertos hay un ciudadano español, cuatro alemanes, dos estadounidenses, dos franceses, dos australianos, un italiano, un canadiense, un japonés y un jordano, según el Ministerio del Exterior indio, aunque no en todos los casos ha habido confirmación de las autoridades de sus respectivos países.
Además, cinco rehenes murieron en la toma del centro religioso judío en el edificio Nariman, al igual que dos de los terroristas. La policía aseguraba que en el Taj Mahal sólo quedaba uno o dos atacantes, pero estos ofrecían una enorme resistencia y que el histórico lugar está lleno de explosivos.
Pocas horas antes las fuerzas de seguridad consiguieron tomar bajo su control el hotel Oberoi Trident, donde también fueron abatidos dos terroristas. La policía informó que allí se encontraron al menos 30 cadáveres.
Previamente habían podido ser sacadas de allí sanas y salvas unas 100 personas, entre ellas miembros de líneas aéreas como Lufthansa y Air France y dos empresarios españoles que habían permanecido encerrados a ocuras y en silencio en sus habitaciones para no ser descubiertos.
Además, cinco italianos, entre los que estaba la esposa y la hija de seis meses del cocinero jefe del hotel. En el registro del lugar la policía encontró metralletas y grandas de mano.
Mientras tanto, llegaron a Madrid 56 españoles en el primer avión de evacuados tras los atentados en Bombay.
Los terroristas habían secuestardo a varios rehenes en el centro judío ultraortodoxo de Jabad Lubavitch de Bombay, donde entre los cinco muertos confirmados están el rabino Gavriel Holtzberg y su esposa Rivka. Su hijo de dos años, Moshe, pudo ser salvado el jueves por la niñera de la familia.
La ministra del Exterior israelí, Tzipi Livni, aseguró ayer que los terroristas eligieron conscientemente a sus víctimas. "No hay duda", declaró en Jerusalén. Los criminales buscaron a propósito a estadounidenses, británicos e israelíes.
El centro judío está en una calle lateral y no puede haber sido atacado por casualidad, subrayó. India responsabilizó a "elementos" de Pakistán de los ataques. Islamabad se defendió alegando que se trata de "actores no estatales" y prometió cooperar en el encarcelamiento de los instigadores.
Un terrorista detenido confesó, según NDTV, que participaron en la operación unos 40 hombres y que la mayoría de ellos eran paquistaníes.
En un paso sin precedentes, Pakistán autorizó el viaje a Nueva Delhi para intercambiar información del jefe de su mal afamado servicio secreto ISI, Ahmed Shuja Pasha. India ha acusado en el pasado al ISI de orquestar ataques en su territorio.
Los medios indios apuntan como responsable al grupo musulmán Lashkar-e-Toiba (Ejército de los Puros), que según la inteligencia de la India opera desde Pakistán.
El grupo ha sido responsabilizado de numerosos atentados en la India en los últimos años. Mientras tanto, las autoridades británicas están investigando posibles vínculos de los extremistas con Reino Unido, según la BBC.
El motivo de ello son testimonios acerca de que supuestamente había ciudadanos británicos entre los terroristas.
Los criminales atacaron en la noche del miércoles diez objetivos de la ciudad con armas automáticas y granadas de mano.
Llegaron en botes neumáticos, se repartieron por la urbe y dispararon indiscriminadamente. Según NDTV hay, además de los muertos, 300 heridos. (DPA)