VIEDMA.- "El Campocómico", unipersonal del actor Javier Santanera, de Cipolletti, y el percusionista Alberto Murillo, de Puerto Madryn, ocuparán el escenario del teatro España de Patagones en la noche de hoy que marca el fin del Ciclo de Monólogos y Música que organiza el Grupo de Gestación Artística "La Brújula de la Girándula" con el auspicio de Cultura del municipio local.
A partir de las 22 (hora provincia de Buenos Aires; las 21 en la provincia de Río Negro), con la obra teatral "El Campocómico", que lleva el subtítulo "Diatriba agridulce sobre la salvación y el hundimiento", será la oportunidad de ver representados los recursos de sobrevivencia en un campo de exterminio nazi mediante números de variedades, inspirados en textos del escritor italiano Primo Levi.
El espectáculo será construido por el personaje con lo que encuentre, aprovechando al máximo elementos ocasionales como los sonidos de los altavoces y la luz del seguidor del campo.
Durante su rutina humorística el prisionero devenido en actor pasará por recuerdos amargos que intentará olvidar.
La dramaturgia de la obra es de José Luis Valenzuela, quien también tiene a su cargo la puesta en escena, y de Javier Santanera.
Percusión patagónica contemporánea
La segunda parte de la jornada final de este ciclo tendrá como protagonista al percusionista Alberto Murillo, de Puerto Madryn.
Murillo busca su música en la alquimia virulenta, misteriosa y sensual que se respira en esta región de mundo, en performance que muestra un particular universo sonoro.
Murillo, acompañado por Marcelo Calbucura y Axel Sánchez, recicla los elementos más disímiles que le brinda el mundo que habita y los mezcla con instrumentos formales provenientes de otras culturas, revelando un concepto artístico donde la energía y el placer de jugar con sonidos y palabras se funden con la valorización de lo propio, de lo que identifica el sentir de los habitantes de la Patagonia argentina.
Tambores de agua, chekeres, quijadas, rap, silbatos, malambos, tanque de nafta, canto de voces urbanas, timbaletas, cuerpos que se mueven, radiografías, historias ritmadas, bombos, son, entre otras, las herramientas con que Alberto Murillo crea un show de gran intensidad musical y magia visual.