NEUQUÉN (AN) - El gobernador Jorge Sapag también buscará, como sus antecesores, darle valor agregado al gas mediante la construcción de una planta de fertilizantes nitrogenados, esta vez asociada a la Planta de Agua Pesada de Arroyito. La identificación de la mejor opción y de los posibles inversores está en manos del ex gobernador Pedro Salvatori, presidente de la Agencia de Promoción y Desarrollo de Neuquén (ADI-Nqn).
Salvatori tendrá primero que reunirse con los directivos de la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), la operadora de la planta, y con autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que es socia junto con el Estado neuquino en la compañía.
Neuquén lleva décadas intentando convencer a privados y entes públicos de la conveniencia de montar una planta de fertilizantes en la provincia. El atractivo era el gas, que en la provincia y en el país era abundante, y el agua de los ríos.
El último gran intento fue a principios de los 90, durante la primera gobernación de Jorge Sobisch. A punto estuvo la provincia de cerrar trato con una empresa canadiense llamada Cominco (más tarde Agrium), a cambio de la cesión del yacimiento El Mangrullo (hoy en manos de los municipios de Cutral Co y Plaza Huincul, y operado por Petrobras).
Como el plan reeleccionista de Sobisch no pasó de la interna del MPN, el negocio terminó deshaciéndose, a principios de 1995.
Ahora, mediante el decreto 2.109, Sapag le encomendó a "la ADI-NQN la realización de todas las gestiones necesarias ante la Comisión Nacional de Energía Atómica y la ENSI para analizar en conjunto todas las variantes que permitan anexar a la PIAP una planta de fertilizantes para producir urea y otros fertilizantes nitrogenados".
La opción de la PIAP se debe a que otro de los insumos de una planta de fertilizantes de este tipo es el amoníaco, un producto que se fabrica en las instalaciones de Arroyito.
Es la opción lógica porque además lo que sobra en ese lugar es agua, pero Sobisch había puesto como condición que se radicara en Plaza Huincul para dar respuesta al creciente malestar social por la privatización de YPF.
Cuando finalmente Felipe Sapag anuló los acuerdos, estalló la primera pueblada de la comarca que, como ya se sabe, tuvo al sobischismo como instigador.
Aquella planta proyectada por Cominco-Agrium precisaba 1.300.000 metros cúbicos de gas por mes, una cantidad que no podría ser abastecida en la actualidad.
Argentina atraviesa una crisis energética profunda a raíz, precisamente, de la falta de gas.
El combustible no alcanza a cubrir la actual demanda, que durante estos años debió ser remplazada por otros líquidos y con precios muy altos. En otros casos, hubo que recurrir directamente al corte del suministro de los grandes usuarios industriales.
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