BOGOTÁ.- Miles de colombianos marcharon ayer para exigir la liberación de unos 2.800 secuestrados, incluidos 28 rehenes políticos de la guerrilla FARC, en una jornada que se extendió a Madrid y París y que no tuvo la acogida de anteriores movilizaciones.
Las marchas transcurrieron en las principales ciudades, donde cientos de personas vestidas de blanco y con pancartas salieron a la calle a pedir la libertad de los cautivos.
Simultáneamente en Madrid la colombo-francesa Ingrid Betancourt -rescatada el 2 de julio de manos de las FARC tras seis años en la selva- encabezó un acto junto al canciller español, Miguel Angel Moratinos.
"Es importante que las FARC sientan y vean el repudio del mundo entero por lo que están haciendo", dijo Betancourt en la plaza Colón ante unas 200 personas, en su mayoría colombianos. Mientras, Moratinos reclamó "que los secuestrados sean puestos en libertad".
En París hubo otra manifestación con presencia de familiares de Betancourt, liberada junto con tres estadounidenses y 11 militares y policías por el Ejército colombiano. Esta fue la segunda movilización por los secuestrados en el 2008, luego de que el 20 de julio 4 millones de personas manifestaron en Colombia y el exterior. Los colombianos también protestaron masivamente contra la violencia en febrero y marzo.
Entre quienes participaron ayer se hallaban varios ex rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) como los ex congresistas Luis Eladio Pérez y Gloria Polanco -liberados en febrero con la mediación del presidente venezolano Hugo Chávez-, que marcharon en Bogotá.
También tomó parte en Manizales (300 km de Bogotá) el ex congresista Oscar Tulio Lizcano, que se fugó de las FARC a fines de octubre con la ayuda de un jefe rebelde. Pero la concurrencia fue baja con respecto a la del 20 de julio, según reporteros en Bogotá, Medellín y Cali, e imágenes de la televisión local.
El cantante colombiano Juanes, que lideró la movilización en Medellín (450 km de Bogotá), lamentó esa circunstancia que analistas previeron, entre otros factores, por la quiebra masiva de ahorradores tras el cierre de financieras ilegales. (AFP)
