VIEDMA (AV).- Dos jóvenes fueron detenidos tras cometer un asalto a mano armada en plena tarde y centro viedmense. Ocurrió pasadas las 18 de ayer cuando dos jóvenes entre 20 y 21 años ingresaron encapuchados y con un arma de fuego a un local de venta de celulares en la céntrica cuadra de Belgrano entre San Martín y Garrone, a escasos metros del juzgado Federal.

Apenas ingresaron, a punta de pistola llevaron al responsable del negocio para un sector trasero donde lo maniataron y amordazaron con cinta embalar. Rápidamente se alzaron con una notebook, varios celulares y unos 3.000 pesos de la caja. Cuando los delincuentes se retiraron del local, la víctima logró liberarse de las ataduras y corrió hacia la vereda. Allí, a sólo un par de metros y frente a un comercio aledaño, encontró a ambos en la tarea de repartir el dinero sustraído, situación que interrumpió con un fuerte golpe de puño que derribó a uno de ellos que ya se encontraba montado en una bicicleta. Con ese golpe y la desestabilización del delincuente la víctima recuperó la computadora y varios de los celulares, mientras el otro que quedó en pie, emprendió una rápida carrera hacia la plaza San Martín. El enfrentamiento del comerciante con los delincuentes fue observado por un policía que circulaba por las inmediaciones quien avisó por radio lo sucedido mientras intentaba detener al golpeado y advertía que el otro corría por la plaza San Martín. Fue entonces que varios uniformados convergieron en segundos en el lugar, entre ellos, los que cumplen custodia en la sede de Tribunales -frente a la plaza Martín- y otros que cumplían el servicio de prevención en las cercanías. El delincuente pudo sortear la plaza y a la carrera llegó hasta una parada de taxis ingresando a uno de ellos casi en el mismo tiempo que arribaban los policías que lo perseguían. En el interior del vehículo quedó hasta que llegó el patrullero. En la plaza fueron hallados un revólver 32 corto y las capuchas utilizadas en el asalto. Uno de los detenidos había alcanzado a guardar entre sus testículos una importante suma de dinero, mientras que el otro la llevaba entre sus ropas.