ZAPALA (AZ).- La caída del cielo raso de una oficina del juzgado Civil de esta ciudad el miércoles pasado despertó la indignación y el reclamo de los trabajadores judiciales. El incidente, que no dejó heridos de milagro ya que la secretaria había abandonado el lugar poco antes, puso sobre la mesa las precarias condiciones laborales en las cuales se desempeñan los agentes del Poder Judicial.
El gremio Sejun convocó a un paro de actividades en reclamo de respuestas y los empleados anunciaron que no volverán a ocupar el edificio, alquilado por el máximo organismo judicial, hasta tanto se lleve adelante una minuciosa inspección que brinde garantías.
El desprendimiento de los paneles provocó malestar entre los trabajadores y los propios usuarios del servicio de justicia quienes manifestaron su reclamo frente a la inseguridad a la cual se ven sometidos.
La precariedad del edificio junto a la escasa ventilación y la presencia de ambientes inadecuados fue denunciada tiempo atrás por el legislador zapalino de la Concertación, José Luis Sáez, quien luego de realizar una inspección al inmueble emitió advertencias que no fueron tenidas en cuenta por las autoridades del Poder Judicial.
La primera medida adoptada por los referentes gremiales, encabezados por el dirigente de Sejun Claudio Balaguer, fue convocar a una asamblea donde se ventilaron todos los reclamos. En tanto, estaba prevista una movilización a la capital neuquina para plantear los reclamos ante el Poder Judicial por lo cual la actividad en Zapala se vio reducida a su mínima expresión.