Miércoles 26 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
"La gente sigue valorando que sea una niña"
En el último tramo de la extensa "Gira 100 años", que la llevó por todo el país, Soledad Pastorutti se presentará mañana en Neuquén; el viernes en Roca y el sábado en Viedma. Pocas horas antes de su llegada a la región, "Río Negro" habló con la cantante sobre su relación con el público y el miedo, ya superado, que le generaba crecer y dejar de gustarle a esas personas que la siguen en su carrera y esperaban a "la nena que canta" sobre el escenario.

Después de cantar el Himno nacional en la apertura de la final de la Copa Davis en Mar del Plata y recorrer varias ciudades del país, Soledad Pastorutti recorrerá la región. Se presentará mañana, en el Ruca Che de Neuquén; el jueves estará en Roca y el sábado en Viedma, presentando su tan conocido repertorio y el último compacto "Folklore" -lanzado en julio- que incluye La vieja, Zamba por vos, Canción del jornalero, Fina estampa, Cuando llegue el alba, Trasnochados espineles y ocho hermosos temas más.

Cantante, intérprete y compositora, nació el 12 de octubre del ´80 en Casilda, sur de Santa Fe. Desde bien pequeña, acompañada por músicos de Arequito y alrededores, se presentó en escenarios del interior del país. En el verano de 1995, su repercusión en las peñas que circundan el predio central del festival de Cosquín, hizo que la convocaran para participar en él, pero no pudo hacerlo porque una disposición municipal impedía que menores de edad fueran expuestos en televisión pasada la medianoche.

Su primera actuación profesional fue el 4 de noviembre del ´95 en Escobar.

Desde entonces, los recitales se acumulan por cientos, sus discos son ya diez y su capacidad laboral se sigue multiplicando. Es de las que están en todos los detalles y hace andar a su equipo a la par de su velocidad y su eficiencia. Es también de las que no paran.

Escuchando sus primeros compactos y los últimos, fruto de sus estudios de canto y de su tesón, se nota claramente la evolución de su voz. Es cálida, el registro se ha ampliado, el color es parejo, maneja muy bien el aire? Ejemplo por demás interesante, cuando se podría haber dormido en los laureles de los comienzos.

"Tiene que ver con una cuestión de salud. Al principio yo no disfrutaba mucho cantando, sí con el momento de pisar el escenario y estar en contacto con la gente. Pero el hecho de cantar, en sí, me generaba muchos problemas; me quedaba disfónica después del segundo tema. A los doce años me descubrieron nódulos, algo muy común en gente que habla mucho, que usa mal la garganta por ser maestras. Pero para alguien como yo, que había decidido el camino del canto, era una traba. Así que a partir de esa edad, ya había empezado a cuidar mis cuerdas vocales como si fuera una profesional".

"Después, los años me enseñaron a entender un montón de cosas que me las habían repetido veinte veces y yo no entendía cómo hacerlas. Todo ese tiempo de estudiar canto, de repetir y sobre todo habiendo subido al escenario a cualquier hora y con cualquier sonido, me fue formando."

-¿Seguís estudiando con Susana Naidich?

-Este año tomé pocas clases porque fue muy vertiginoso y no pude lograr la continuidad de los anteriores. Pero si voy -ahora, antes de que termine 2008- a tomar un par de clases para preparar el verano, refrescar la memoria? En el 2009 quiero seguir estudiando, es importante. Es parte del goce sobre el escenario cuando subo a cantar, de saber que puedo ir a grabar con un grupo, un tema para el cual me invitaron, salir, esas cosas. Me hace más fácil el camino, también".

-¿Cómo ha cambiado tu relación con el público?

-Tengo mucha más seguridad en el momento de subir al escenario. Siento que la gente espera ya a la Sole que conoce. Eso también me da más responsabilidad porque uno, cuando ya tiene un nombre, debe tratar siempre de que el espectáculo salga bien y supere las expectativas de la gente.

Hoy por hoy, como tal, viajo con muchos colaboradores, valemos otro dinero y todo suma como una gran responsabilidad. Yo sé que quien me contrata se esforzó muchísimo para que todo salga bien y tengo que devolverle a esa gente un montón de cosas.

Mi relación con el público es muy buena desde siempre, pero siempre tuve miedo de que al crecer dejara de ser la nenita esa que canta y no gustara tanto. Pero, creo que superé la etapa, ese momento difícil y la gente continúa valorando de mí que siga siendo una niña en el escenario (vuela su risa), de alguna manera. Por suerte, aunque hasta físicamente cambié muchísimo, no soy una mujer para que digan ¡oopa, cómo está la Sole! La naturaleza es sabia?

 

EDUARDO ROUILLET

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