SAN ANTONIO OESTE (ASA) - El arqueólogo e investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) Cristian Dubois, aseguró que en el golfo San Matías existen evidencias de la explotación de diversas pesquerías que datan de seis mil años, en una etapa previa a la aparición de los primeros colonizadores.

El profesional, que desde 2004 realiza un relevamiento arqueológico de la costa atlántica rionegrina aseguró que "de la zona investigada, que va desde ´La Boca´ hasta ´Puerto Lobos´, el balneario viedmense y la Bahía de SAO y su área de influencia es la más rica en registros del pasado, de actividades como la pesca y la marisquería costera".

Dubois se mostró interesado en iniciar su labor de investigación en estas costas debido a que "salvo algunos trabajos que databan de 1960, de un arqueólogo argentino, existía un gran vacío de información acerca de esta zona; por eso como mi doctorado lo realicé investigando las zonas costeras de Santa Cruz y Tierra Del Fuego nació mi interés en explorar el uso del espacio y los recursos marinos en el lugar".

Las exploraciones iniciales dieron por tierra con algunas ideas previas acerca de la función y del valor de la utilización costera para esos primeros grupos, ya que según Dubois "en una primera instancia pensábamos que existiría un circuito de explotación estacional y esporádico, es decir, que estas personas marisqueaban, cazaban y se iban, pero nos encontramos con una evidencia riquísima del usufructo de recursos marinos, sobre todo a través del uso de redes".

La especie más explotada en esas lejanas épocas eran las corvinas, una variedad que ahora no se encuentra con facilidad en el área, y gracias a la aparición -mediante las excavaciones realizadas- de los ´otolitos´ de estos peces (como se denomina a una suerte de piedras que tienen alojadas en sus oídos) pudieron determinarse los sitios propicios para la pesca en ese momento, y el modo principal de captura.

"El material orgánico del que pudieran estar compuestas las redes se desintegra, las estructuras de los peces también con el paso del tiempo, pero a través de evidencias como las de los otolitos vamos armando de a poco un esquema de usos y costumbres" apuntó al arqueólogo. "Con los restos fósiles humanos hallados en el área pudimos realizar este estudio que consiste en la utilización de carbono y nitrógeno sobre un hueso en este caso humano, para determinar qué comía esa persona, y en base a esto hoy podemos precisar que la dieta de estos pobladores estaba esencialmente basada en pescados, mariscos y aves marinas como pingüinos" contó Dubois. El investigador también precisó que "estos grupos tenían una expectativa de vida promedio de 42 años, ya que hasta ahora no existen restos fósiles de ancianos".