PARÍS.- Martine Aubry, una ex ministra del Trabajo que introdujo la semana laboral de 35 horas en Francia, fue confirmada ayer como la líder del Partido Socialista después de un enfrentamiento fuerte con su rival.
El resultado significa que Aubry tendrá la tarea monumental de remendar las relaciones dentro del partido -el principal de oposición a los conservadores del presidente Nicolas Sarkozy- y restaurar una imagen pública dañada por la lucha con la ex candidata presidencial socialista Ségolène Royal por el liderazgo de esa organización.
"Reunámonos, unámonos alrededor de una línea de la izquierda, pero también alrededor de una renovación próxima´´, afirmó Aubry después que el Consejo Nacional del partido confirmó su victoria.
La designación, añadió, "sólo me da trabajo por hacer´´, dijo.
En un principio, la votación del viernes mostró que Aubry había ganado por un margen de apenas 42 votos, entre casi 135.000 sufragios emitidos por las bases del partido.
Los partidarios de Royal reclamaron que hubo irregularidades en la votación y exigieron un recuento, por lo que el partido realizó una revisión de dos días.
Al final, el partido anunció ayer que Aubry ganó, de hecho, por un margen mayor, por 102 votos de diferencia.
Tiempo para prepararse
Los socialistas tienen mucho tiempo para prepararse antes de la próxima elección presidencial en el 2012, pero las luchas intestinas le significan un ascenso aún más difícil para el partido para ganarse el apoyo del pueblo francés.
Las elecciones para el Parlamento Europeo serán el año próximo y las elecciones regionales francesas en el 2010.
Horas antes, el abogado de Royal y otros dos representantes hicieron una demanda formal por escrito para que se desechen los resultados del recuento, alegando la "imposibilidad obvia´´ de revisar con precisión el proceso de votación que se realizó. (AFP/DPA)