CIPOLLETTI (AC).- El plenario federal del Frente Grande resolvió exigir la renuncia del diputado Julio Arriaga a la vicepresidencia del partido a nivel nacional.

La decisión se tomó en el marco de una reconstitución interna que pretende descartar a quienes no acompañan al proyecto de alianza con el kirchnerismo.

Lacónico, Arriaga respondió ayer en Cipolletti: "Si quieren el puesto que lo tomen, no tengo problemas".

Mientras tanto, el hombre de poder real en el Frente Grande de Río Negro, el intendente Alberto Weretilneck, tomó precavida distancia de su antecesor y dijo que la decisión del legislador de alejarse del bloque oficialista "es estrictamente personal", aclarando que es "la única que se ha dado respecto de los que tienen cargos electivos en el Congreso y no se corresponde con la postura del partido en la provincia".

"El Frente Grande rionegrino sigue en el Frente para la Victoria", enfatizó Weretilneck, marcando el interés de conservar sin fisuras sus relaciones institucionales con los Kirchner, aunque sin cargar las tintas sobre Arriaga. "Estamos en democracia. Arriaga puede disponer de sus actos, siempre a nivel personal y asumiendo las consecuencias".

En Buenos Aires, el presidente nacional del Frente Grande, Eduardo Sigal, dijo que "vamos a trabajar de forma decidida para construir el sujeto político de este proceso de cambio. Eso implica avanzar en una concepción frentistas para agrupar a los sectores nacionales, populares, progresistas y de centroizquierda que acompañamos las gestiones de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández".

Al final del plenario que se desarrolló en el hotel Los Dos Chinos, Sigal sostuvo que la pretensión es formalizar "un encuentro con Kirchner (Néstor, presidente del PJ) antes de fin de año para manifestar esta voluntad junto con el resto de los sectores nacionales, populares y progresistas que acompañamos este proceso. Y estamos comprometidos para la reconstrucción, en el año 2009, de un nuevo espacio que pueda acompañar y dar el debate con la sociedad sobre las transformaciones que están en curso y las que quedan por resolver para construir una Argentina con mejor distribución de la riqueza, fortalecimiento de las instituciones y fuerte protagonismo social y político".

Arriaga no se mostró sorprendido ayer con la novedad. Se la había adelantado Faculdo López, hombre de su tropa y delegado en el plenario federal.

Respondió como si la hubiese estado esperando. "Mire, si quieren la vicepresidencia, como parece, ahí está. Que me destituyan. Yo no tengo ningún problema ni ningún interés. Pero lo debe resolver la mesa nacional. Yo sigo trabajando por la gente, y lo haré como afiliado de acuerdo con mis convicciones".