NEUQUÉN (AN).- La muerte de Sebastián Cares golpeó muy fuerte a la actividad turfística y al Jockey Club Neuquén, responsable del espectáculo que se desarrolló el domingo en el hipódromo "Ciudad de Neuquén". El presidente de la entidad, Carlos Munarín, sostuvo que "fue una tragedia, consideramos que es un accidente y lo que hicimos desde ese momento es acompañar a la familia en todo lo que pudimos".
El lamentable hecho se produjo en los partidores, previo a largar la séptima carrera, cuando la yegua "Tatiana" se levantó y se "tiró de espaldas", lo que provocó que Cares golpeara fuertemente con su cabeza contra la estructura de las gateras. Fue trasladado a dos hospitales de la ciudad, pero poco tiempo después falleció.
Munarín comentó que "el club tomó todas las medidas que exige la ley. Había ambulancias, paramédicos y tenemos tanto el seguro para el espectador como para el jockey. Consideramos que es un accidente, una fatalidad que por más que hagas no se puede prevenir".
Ayer la gente del JCN se trasladó a Cutral Co y participó del sepelio de los restos de Cares, un joven de 22 años, que estaba en pareja y tenía un hijo de corta edad. "Acompañamos a los familiares y ayudamos en todo lo que pudimos", dijo el dirigente.
La muerte fue producto de un fuerte traumatismo de cráneo, con fractura en la base. No se hizo autopsia, porque de acuerdo a lo informado por fuentes judiciales las causas del deceso eran muy claras. Igual se inició un expediente, con la actuación de oficio.
Por último, Munarín reconoció que "esto nos va a dejar una marca, estamos muy dolidos y creo que la decisión de la comisión de parar el programa fue correcta, aunque en otros lugares del país muchas veces no se hace".
Con el paso de los días los responsables del Jockey Club volverán a reunirse para analizar como seguirá la actividad deportiva hasta fin de año.