SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- Más de una treintena de familias de escasos recursos ocuparon un predio municipal del barrio Chacra 4 e instalaron carpas y casillas precarias. Horas después, tras comenzar una reunión con la intendenta Luz Sapag, levantaron el corte de la Ruta 234.
El terreno, que funcionaba como "canchita" de fútbol para los barrios próximos a ese sector, se ocupó a la una de la madrugada del domingo. El juez Penal Federico Sommer ordenó a la Policía que mantenga custodia para evitar que se consolide el asentamiento y, de hecho, reprochó que no se haya puesto el celo que pretendía según su propia determinación, comunicada a la Comisaría 43 a las 10 de la mañana del mismo domingo (ver recuadro).
Sin embargo, fuentes policiales advirtieron la imposibilidad práctica de evitar la usurpación cuando se trata de decenas de familias, la mayoría de ellas con hijos pequeños. "Si hubiéramos actuado por la fuerza se hubiera desatado una tragedia", dijo una fuente policial.
Por lo pronto, ayer había un móvil policial con tres agentes sobre el sector del terreno que da a la Ruta 234, frente a la rotonda de acceso a barrio El Arenal, y otro con igual cantidad de uniformados sobre calle Pil Pil.
Lo que resulta claro para el municipio, para la Justicia y, desde luego, para la policía, es que los usurpadores actuaron de forma organizada y coordinada, sin dejar siquiera un paso al azar. Tenían un pequeño croquis de la división que impondrían al lote, para distribuir de modo más eficiente a las familias. Así lo atestigua una cuadrícula extendida con alambres sobre el terreno, en cuyo interior se dispusieron las carpas y casillas hechas de cantonera y chapas.
En ese mismo lote, la comuna previó hace años la construcción de un nuevo hospital, pero la opción fue desechada. En la actualidad figura entre las alternativa para el emplazamiento de la nueva terminal de ómnibus, iniciativa que está en etapa de estudio.
"Somos del barrio"
El dato es que, según las consultas de este diario en el lugar, los ocupantes son en su mayoría familiares directos de otros vecinos del humilde barrio, que ya estaban viviendo en condiciones de hacinamiento y no podían o no querían alquilar vivienda.
En el medio de un cuadro improvisado como plaza de reunión, un mástil y una bandera argentina constituían para los ocupantes todo un mensaje: "Pusimos la bandera porque somos argentinos, porque la mayoría nació y se crió aquí, porque hace años postulamos a vivienda y no tenemos respuestas", dijeron los vecinos, que se niegan a ser llamados "usurpadores".
Al mediodía, una veintena de ellos decidieron hacer un piquete sobre la Ruta 234, que obligó a desviar el tránsito por barrio El Arenal. Pero más tarde la intendenta Sapag se reunió con ellos y estos decidieron levantar el piquete. Al cierre de esta edición se buscaba una salida al conflicto.