"Ahora tenemos que tratar de equivocarnos lo menos posible...".
Todos los candidatos a ser campeones del torneo dijeron estas palabras de una derrota, pero todos siguieron equivocándose... y todos ellos siguen arriba en las posiciones.
San Lorenzo, después de caer con Boca (1-0, el dos de noviembre), se prometió no perder más puntos: apenas ganó cuatro de nueve. En la misma fecha, Tigre se hizo la misma promesa, tras perder 2-0 con Argentinos. Pero el equipo de Diego Cagna también dejó varios puntos en el camino: apenas un triunfo en tres partidos (2-1 a Godoy Cruz).
"Ya no dependemos de nosotros mismos...", fue la reflexión de todo Boca después de perder 3-2 ante Vélez en la Bombonera, por la Fecha 15. Sólo una semana después, le ganó a San Martín en Tucumán y como Tigre y San Lorenzo perdieron, Boca volvió a ser único líder y... depender de ellos mismos. En siete días, el equipo de Carlos Ischia pasó de caerse de la lucha por el título a estar nuevamente en lo más alto y esta vez en mejores condiciones que antes, ya que se despegó dos puntos de sus escoltas San Lorenzo y Tigre.
La semana pasada, el entrenador de San Lorenzo, Miguel Russo, respondía cada crítica diciendo: "Miren la tabla. Seguimos arriba". Tenía razón entonces, ya no. San Lorenzo fue el candidato que más se despegó de sus perseguidores, pero en seis partidos licuó esa diferencia de manera increíble.
En la fecha 10, Boca salía a disputar el Superclásico con River once puntos por debajo de San Lorenzo, que la noche anterior le había ganado 1-0 a San Martín. Desde entonces sólo sumó cinco puntos de los 18 que disputó, mientras que Boca cosechó 15 de los 18. Los tres puntos que le faltan se los quitó Vélez. El "xeneize" hoy lidera en soledad. Pero la historia puede ser otra en siete días.
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