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	Farizano y su gente al entrar en el municipio. El intendente dijo que "los dirigentes de Sitramune han perdido el rumbo".

NEUQUÉN (AN).- A través de un cuidadoso operativo de seguridad y por las escaleras de emergencia, el intendente Martín Farizano, una decena de secretarios y subsecretarios y medio centenar de empleados reingresaron ayer al edificio de la intendencia a pesar de la ocupación que los dirigentes gremiales realizan en la planta baja.

Mientras el jefe comunal reiteró que "no habrá diálogo hasta que finalice la toma", los referentes de todos los partidos políticos que conforman la coalición que llevó a la intendencia a Farizano manifestaron su apoyo total a las decisiones adoptadas por el intendente, repudiaron el accionar del gremio y acusaron al sector sobischista del MPN de estar detrás del reclamo emprendido por el gremio Sitramune, que aseguraron "no es gremial ni salarial sino político" (ver aparte).

Si bien la reapertura del edificio se realizó sin incidentes y con la sola presencia de un centenar de afiliados a Sitramune que tocaron bombos y redoblante en todo momento, Farizano arremetió contra el accionar policial, ya que tras una breve recorrida advirtió que "no cumplieron la disposición del juez Marcelo Benavídez que establecía que quien salía del edificio no podía volver a entrar". La orden dejaba además en custodia policial del primero al cuarto piso del edificio, cuidado que no se concretó ya que la totalidad de las paredes del primer piso fueron cubiertas con pancartas en contra del secretario de Gobierno, Mariano Mansilla, pegatina que a su vez implica que se violó la prohibición de ingresar todo tipo de elementos.

Farizano indicó que la comuna retomó su normal funcionamiento salvo en lo que hace a los trámites de la planta baja del palacio que, señaló, pueden ser realizados en todas las dependencias descentralizadas, y enfatizó que "ni nos van a sacar por la fuerza lo que no corresponde ni vamos a dejar de dar lo que corresponde porque dejen de ejercerla".

El intendente aseguró que "los dirigentes de Sitramune han perdido el rumbo y con sus actitudes de violencia han quedado aislados del conjunto de la población y hasta de sus propios compañeros".

Pese a la rígida postura del Ejecutivo, que ayer analizaba constituirse como querellante a las causas abiertas contra el gremio por la ocupación y el daño de elementos públicos, desde el gremio no sólo no se desistió de la ocupación sino que además se cortaron las calles aledañas al edificio de la intendencia.

El titular del gremio, Santiago Baudino, advirtió ayer que "no es cierto que el municipio esté tomado; acá los vecinos pueden venir y entrar", situación que sin embargo ayer resultó más que molesta para los pocos contribuyentes que entre los bombos y redoblantes ingresaron al edificio.

Movilización

El movimiento Libres del Sur convocó para el jueves a una movilización y un acto en apoyo de la gestión que encabeza Farizano y en repudio al "intento de desestabilización del municipio capitalino por parte de la derecha del MPN".

El secretario de Derechos Humanos de la comuna, Jesús Escobar, llamó a defender al gobierno.