ROCA (AR).- Quizás porque creció en otro paisaje, más urbano. O porque cuando llegó a Roca se encontró con las personas justas. En cualquier caso, al cordobés Julio Ojeda le bastó contemplar el paisaje de Los Menucos, veinte años atrás, para saber que éste era su lugar en el mundo. Y muy especialmente, maravillarse con las extensiones planas del campo "El jagüel", de un amigo entrañable, para entender que ya no volvería a su Córdoba natal. Que el viento, los terrenos casi desérticos y los habitantes de esos mundos, a veces tan ajenos, iban a ser la materia de sus dibujos y sus recuerdos.
"Del jagüel, la travesía y otros recuerdos", la muestra que inaugura hoy a las 20:30 en Casa de la Cultura, es justamente una recopilación de las sensaciones o las vivencias en esas tierras.
"Son dibujos espontáneos, apuntes de la memoria. No hay una pretensión de discurso estético en esta muestra. Es algo puramente afectivo. El fundamento principal es el afectivo. Habla de mi relación con el desierto y la meseta", cuenta Ojeda, que expone nuevamente en Roca después de un largo tiempo.
Fueron sus amigos los que lo animaron a reunir el material y exponerlo en las paredes de la galería de arte de Casa de la Cultura. Y se entiende que sea así. Si el campo jugó un rol central, los amigos fueron la red de contención.
Aunque silenciosamente, esta exposición tiene un destinatario que se adivina en el título de la muestra. Y además, Roberto Pellegrini, Julio Carmona, Julio Bariani y Eduardo Guevara, que prologa la exposición, fueron los responsables de que finalmente Ojeda sacara sus trabajos del taller para llevarlos hasta los ojos del público.
"En Los Menucos me enamoré de la Línea Sur, de la gente que vive ahí. Y empecé a imaginar cosas que luego dibujaba. Yo no sé si son cosas ciertas porque en el desierto se te calienta la cabeza y uno empieza a ver cosas raras. Pero como uno no trabaja con la verdad...", dice Ojeda sobre su muestra, que hoy reflejará ese sentimiento.