ROCA (AR).- Una banda de boqueteros ingresó en la madrugada de ayer a las instalaciones de la Cooperativa Quilla Hué -ex patio Kimar- y luego de acceder a la caja fuerte, escaparon con 10.000 pesos, equipos de computación y varias botellas de vino.
El propio Alberto Pasín, uno de los representantes de la cooperativa de trabajadores, aseguró que el hecho ocurrió durante el transcurso de la madrugada, y fueron los propios empleados los que se encontraron con la ingrata sorpresa.
"Todos estamos muy amargados", dijo Pasín quien ayer al mediodía se encontraba realizando la denuncia en la sede de la Comisaría Tercera.
Las primeras pericias efectuadas por el personal policial indican que los boqueteros trabajaron al menos durante media hora en el interior del local, ubicado en el primer piso de la calle Tucumán 1.330.
En realidad habrían accedido al patio de comidas por el techo de la escuela Adventista, que se encuentra ubicada sobre calle 9 de Julio. Desde ese lugar, levantaron unas chapas y luego se deslizaron hasta la oficina principal donde hallaron la caja fuerte que se encontraba empotrada contra la pared.
El trabajo con la amoladora les demandó bastante tiempo y mucho ruido, pero los ladrones no se hicieron demasiados problemas ya que en ese sector no hay viviendas cercanas de donde se pueda escuchar o bien observar sus movimientos.
Golpe anímico
"Nos llevaron toda la recaudación del fin de semana", comentó Pasín ayer a este diario y si bien en un principio se habló de una cifra mucho menor, reconoció que después del arqueo realizado los propios trabajadores, se confirmó que la cifra ascendía a unos 10.000 pesos.
Remarcó que el hecho "golpeó fuerte" en todos los trabajadores de este emprendimiento ya que se trata de una cooperativa donde todos "le ponen el hombro con mucho trabajo".
Tras conocerse la noticia, tomó intervención personal de la Comisaría Tercera y de la División de Criminalística, quienes levantaron rastros y efectuaron varias pericias en el lugar que fueron solicitadas desde la fiscalía de turno.
Además de llevarse todo lo que había en la caja fuerte, los delincuentes también cargaron con parte de un equipo de computación, y varias botellas de vino que sacaron desde el propio salón del patio de comidas.