CARACAS (Télam/AFP/ AP).- La elevada participación en las elecciones regionales en Venezuela demoró el cierre de las mesas dos horas más de lo previsto, debido a que en muchos centros de votación había filas de ciudadanos que esperaban turno para sufragar, en un proceso que ha sido considerado por el presidente Hugo Chávez como vital para avanzar su proceso socialista.
Hasta las 17.50 (21.30 argentina), sólo el 30% de las mesas electorales habían sido cerradas, según reportó el diario caraqueño El Universal en su sitio de internet. Un rato antes el Consejo Nacional Electoral (CNE) hizo un llamado a "la calma" ante la exigencia opositora de que se cerraran las mesas de votación a la hora prevista y advirtió que no aceptará "presiones de nadie".
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, rechazó las "voces destempladas" de algunos dirigentes de la oposición que advirtieron sobre una eventual "prórroga generalizada" del horario de las votaciones para montar un supuesto "fraude", indicó la agencia noticiosa italiana ANSA.
"No aceptamos presiones de ningún tipo", destacó Lucena, quien formuló un "enérgico" llamado a "la calma", para finalizar en orden la jornada para elegir gobernadores y alcaldes.
Poco antes, el dirigente del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) Henry Ramos advirtió: "No permitiremos que se reviertan los resultados mediante artificios". El ex diputado Julio Borges, líder del partido centroderechista Primero Justicia, aseveró que en caso de disponerse una prórroga "general", incluyendo a los centros que no tengan filas de votantes , se estará produciendo "un fraude".
Mientras tanto, el ex vicepresidente y ex presidente del CNE, el dirigente oficialista Jorge Rodríguez, defendió que los centros de votación permanecieran abiertos debido a la cantidad de votantes. "En todos los centros de votación del país hay miles de electores que tienen derecho a votar", subrayó Rodríguez.
Bajo un escenario dominado por una intensa polarización política, unos 16,8 millones de venezolanos acudieron el domingo a las urnas a elegir autoridades regionales, en un proceso que ha sido considerado por el presidente Chávez como vital para avanzar su proceso socialista.
"Estoy esperanzado en que todos sabremos estar a la altura del clima que se respira´´, dijo Chávez a la salida de su centro de votación tras referir que "los reportes que llegan son positivos desde todos los puntos de vista´´.
Agregó que el gobierno está preparado "para reconocer cualquier resultado´´ y afirmó que desde el fallido golpe que encabezó en 1992 "he aprendido a administrar mis derrotas´´.
El mandatario dijo que el proceso electoral venezolano es el "más transparente´´ y "más seguro del mundo´´. "En Venezuela es imposible hacer fraude´´,
En medio de amplio despliegue de seguridad, Chávez llegó a su centro de votación, en una escuela de una barriada pobre del oeste de la capital, acompañado de dos de sus hijas mayores y sus nietos.
Al ritmo de una diana militar simpatizantes del gobierno recorrieron desde la madrugada algunas barriadas pobres y vías de la capital para animar a los electores a salir a votar por los candidatos oficialistas. En Petare, mayor barriada de Caracas, castigada por la pobreza, la violencia y la falta de servicios básicos, centenares de ciudadanos soportaron largas filas. "Queremos el socialismo porque Dios desea que todos seamos iguales. Chávez tiene que seguir gobernando", aseguraba María Teresa Padrón, una anciana de 80 años. "Chávez patea la democracia, es un dirigente que conduce al pueblo presentando una idea falsa", respondía César Rodríguez, un albañil en la barriada.
En estos comicios se elegirán 22 gobernadores, 330 alcaldes y 225 diputados locales. Decidido a tratar de recuperarse del revés electoral - el primero en una década- que sufrió en el referendo constitucional de 2007, Chávez tuvo una participación activa en los casi dos meses de campaña lo que transformó este proceso en una suerte de plebiscito. El mandatario mantuvo un duro discurso contra los candidatos opositores e incluso llegó amenazar a algunos con llevarlos a la cárcel o sacar los tanques a las calles de ganar un adversario en Carabobo.