Las autoridades colombianas confirmaron la muerte de 10 personas a consecuencia de la erupción del Nevado del Huilay. El volcán inició su erupción en la noche del pasado jueves y, además de las víctimas mortales, ha dejado una decena de heridos y varios desaparecidos.

El ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia, señaló a los medios que la erupción ha dejado "diez personas muertas" y que de momento no se ha podido establecer "si hay otras situaciones dolorosas".

Por el momento, las autoridades no han podido llegar a las partes más altas del volcán (el tercer pico más alto del país, con 5.354 metros) porque el mal tiempo ha impedido la llegada de helicópteros y las carreteras quedaron destruidas por las fuertes avalanchas que siguieron al momento de la erupción.

Marco Tulio Toconó, gobernador del resguardo indígena de Tálaga, el más cercano al cráter, ha informado de la muerte de dos personas y de la desaparición de dos niños tras las avalanchas del río Paéz. "La situación es bastante grave porque prácticamente quedamos en una isla y tengo confirmadas dos personas muertas", ha dicho Toconó en declaraciones a Caracol Radio.

En el resguardo de Huila, su gobernador, Jair Cuspián, ha informado de la desaparición de ocho personas. Y el coordinador de la Cruz Roja en el vecino municipio de Inzá, Orlando Marulanda, ha subrayado que han llegado informaciones por parte de indígenas de que hay varias víctimas en la parte alta de Belalcázar, aunque aún no se ha podido llegar a la zona. Otras informaciones hablas de hasta 150 personas atrapadas que todavía no han podido ser evacuadas. La erupción del volcán formó un cráter de aproximadamente 400 metros de diámetro en uno de los picos del Nevado del Huila. La cumbre, situada al suroeste del país, pertenece a la cordillera Central andina de Colombia.