CIPOLLETTI (AC).- Fue una madrugada violenta. Empezó cuando vecinos de Ferri llamaron a la Policía porque decían que se escuchaban tiros y terminó con piedrazos, más disparos, un policía herido en un brazo, tres allanamientos y seis personas demoradas.

Jorge Villalba, jefe de Distrito en Cipolletti, informó que la situación comenzó alrededor de las 2 de ayer cuando efectivos de la comisaría 32 fueron a Ferri porque un llamado anónimo advertía que se escuchaban "estampidas" y que había "un grupo de jóvenes en aparente estado de ebriedad". Se daba el dato, además, de una vivienda ubicada en calle La Alianza.

Cuando los uniformados pasaron por ese lugar empezaron a escuchar disparos y piedrazos. "No sabían primero si iban dirigidos a ellos. Se detuvieron en la esquina y esperaron, observando y escuchando para ver qué sucedía", informó Villalba.

"En eso sale un grupo de gente de un inmueble que está a mitad de cuadra y efectúa disparos hacia el sector donde estaban los policías, con la desgracia para nosotros que le pegan un tiro a un cabo y lo lastiman en el brazo izquierdo, a la altura del hombro", agregó.

A raíz de esta situación, los uniformados "que también efectuaron disparos con la intención de hacer desistir al grupo", pidieron refuerzos. En minutos se unieron en el sector efectivos y móviles de todas las unidades de la ciudad, que rodearon la manzana para tratar de aprehender a los jóvenes.

Apenas salió el sol se hicieron tres allanamientos, uno de ellos, en la vivienda que fue "marcada" inicialmente por los vecinos. Pero no encontraron nada. Entre todos los procedimientos realizados, se arrestó a seis personas -cuatro hombres y dos mujeres- que "podrían haber tenido participación" en este hecho.

La policía tendría identificado a un grupo que desde hace tiempo "realiza disturbios" en la zona de Ferri, causando temor entre los vecinos. Es en esta línea que intenta determinar quién pudo haber participado del ataque en la madrugada y quién, sobre todo, gatilló contra el policía herido, que fue identificado como Arnoldo Sáez.

El efectivo -que cumple funciones en la comisaría 32- estuvo hospitalizado en un primer momento pero tras las curaciones, le dieron el alta. Los investigadores presumen que se habría utilizado un arma calibre 22 para herirlo.

No se sabe de todos modos cuántas armas de fuego se emplearon; sí que cuando la policía llegó al lugar, el grupo efectuó "entre ocho y diez disparos".

No hubo inicialmente datos concretos por testimonios "ante el temor a declarar" de varios vecinos.