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Cuando ser gordito no tiene el peso suficiente | ||
Encontrar talles variados en las tiendas puede ser para muchos un camino difícil. La legislación en la región hoy no está a la par de las necesidades de todos. | ||
Mariela se cansa de revolver. Este no, aquel tampoco. "Noooo, ese es muy ajustado", "no, ese no me entra?" "¿No tiene uno clásico, más ancho?. La chica tiene veintipico, cero panza pero caderas abultadas. Busca unos jeans, básicos, rectos, talle 44, ni pequeño ni muy grande. Para gente común, bah. No los encuentra. Ni en una salida, ni en dos, ni en tres. ¿Tan difícil es? "Hoy lo que está de moda es lo que tenemos y en general la moda es para un tipo de chicas: adolescentes, flaquitas, altas y que se animan a ponerse de todo", dice la dueña de una tienda típicamente para quinceañeras. Y es así, encontrar algo que no esté en las vidrieras, o dentro de los talles que las fábricas consideran "estándar" es casi una tarea imposible. "Entro a las tiendas y no encuentro nada. Todos pantalones chicos, apretados, ahora que se usan los chupines?, peor. Y en general llegan al talle 36", cuenta la joven, resignada. Y sí, otra vez, es así. En la región poco se habla de la famosa y polémica "ley de talles" que desde los últimos años se implementó en la provincia de Buenos Aires, que generó tanta polémica con los fabricantes, y que sencillamente lo que posibilita es que haya más variedad en talles, para mujeres y hombres que no se parecen en nada a los típicos e informes maniquíes. Por estos lares, hasta el momento aparecen sólo unas ideas aisladas con muy poco eco. Normas que se reclaman para que se creen, que hay que reclamar para que se implementen y que finalmente pocos cumplen y nadie controla. Aquí es donde se comprueba -casi como una regla matemática- que "ser gordito", al fin de cuentas, "no tiene tanto peso", ríe Mauricio, un profesor de gimnasia. "La regla es simple, los comerciantes venden lo que le piden. Y es obvio, en una boutique, donde siempre llevan ropa para gente diminuta y súper flaca, no van a traer talles más grandes porque la gente que va ahí no los necesita. Y uno siempre se queda mirando de afuera la ropa que le gusta", razona Mariela. "Lo peor", insiste, "es que en muchos lados ni siquiera hay talles intermedios, cuando uno no es ni gordo ni flaco, es más difícil encontrar ropa, porque en las casas con prendas XL tampoco encontrás nada", coincide con Estela, una maestra de primaria, de unos 25 años que, en la jerga policial, sería algo así como de "contextura robusta" (¿?). "Nosotros tenemos talles variados, la ropa clásica para mujer hasta el 48 y en hombre hasta 64. Pero no en lo que es moda. Eso viene en determinadas medidas y por ejemplo un pantalón tiro bajo en talle 46 o 48 no lo piden", explica Omar Díaz, comerciante. En Roca, al igual que en otras ciudades de la región, en los últimos años hallar prendas de mayor tamaño era todo un desafío. Por eso surgieron algunos negocios "XL". "Puse la tienda por un problema propio, personal", cuenta María Rosa, dueña de un local ubicado en calle La Pampa en Roca, detrás de un mostrador, sin dejar de ordenar y guardar ropa que recién acaba de mostrar. "Siempre me costó conseguir ropa porque era gorda, y después de mi primer embarazo quedé con más kilos y nunca podía encontrar ropa acá. Lo poco que había era para señoras grandes, y no ropa moderna. Empecé a recorrer y conocí en Neuquén a una señora que tenía una tienda con talles grandes, entonces me asocié y puse el negocio acá. Y es muy gratificante. Hay clientas que cuentan que nunca habían podido ponerse un jean y ahora lo encontraron, o chicas que nunca pudieron tener algo moderno para vestir". Si bien en términos de números es difícil medir cuántas personas padecen las consecuencias, en la mayoría de los casos, por trastornos alimentarios, se estima que en Argentina, entre el 55 y el 60 por ciento de la población adulta sufre de algún grado significativo de exceso de peso. De estos, en el país -según un informe que publicó recientemente "La Nación"- hay no menos de cinco millones de personas a las que les cabe la definición médica de obesas; es decir, su índice de masa corporal (peso dividido por el cuadrado de la altura) supera los 30 puntos. "Si se incluyera en este grupo también a quienes tienen sobrepeso, se estaría hablando nada menos que de 18 millones de personas", se apunta en otra parte de la nota. "No pedimos nada del otro mundo -concluye Mariela- simplemente que las tiendas se adapten también a la realidad como lo hace uno. Cada uno sabe lo que se puede poner o no. Pero no puede existir ropa para adultos que no le entre ni a un chico. Encima cuando uno entra a un lugar tampoco puede ser que te maltraten o te discriminen. Porque pasa, apenas entrás, te miran y te dicen: ´no, tu talle no hay´".
Silvana Salinas | ||
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