BUENOS AIRES (Télam).- La directora del Instituto Espacio para la Memoria (IEM), Ana María Careaga, opinó que la sociedad argentina "avanzó muchísimo en el plano de la conciencia" sobre lo ocurrido durante la última dictadura militar, aunque consideró que "todavía falta mucho para que deje de ser un tema traumático".
Sin despojarse de su propia tragedia, que la llevó a los 16 años y con un embarazo de tres meses a una celda del ex centro clandestino Club Atlético, y con su madre ´de Plaza de Mayo´ arrojada al mar en los ´vuelos de la muerte´.
Careaga analizó su paso por la función pública como "una posibilidad de aportar en la lucha por la justicia". "Pensado como un espacio de institucionalización, es una posibilidad de aportar en la lucha por la justicia y un salto cualitativo por lo que representa poder construir y desarrollar políticas públicas que exceden la experiencia individual", explicó la funcionaria al frente del IEM desde su nacimiento en 2006.
Como responsable del organismo encargado de generar políticas para la preservación de la memoria, reconoce que "todavía falta mucho por hacer" y por eso encara como un desafío cada charla que brinda en escuelas y organizaciones barriales para hablar sobre los años oscuros de la Argentina.
Para Careaga, las dificultades para abordar el terrorismo de Estado y sus secuelas se deben a "la magnitud del horror" que hace que después de tres décadas el tema se trate como "un secreto de familia"."Los alumnos expresan mucho interés por el pasado pero a la vez manifiestan las dificultades que tienen para hablar con sus padres", puntualizó.
La lucha por la verdad de la mano de organismos de derechos humanos, la hizo llegar a la certeza de que "la historia no va a cerrar nunca" porque "hay una parte que es irreparable: nadie nos va a devolver la vida de nuestros seres queridos".
Sin embargo, consideró que "las sociedades tienen herramientas para reparar lo reparable: lo que tiene que ver con la justicia, que es muy reciente y que hay que profundizar mucho".
En ese sentido, Careaga señaló que alcanzar justicia "es una deuda pendiente con el conjunto de la sociedad y no sólo con las víctimas", porque "toda la sociedad vio cercenados sus derechos".
Aún así reconoció que la Argentina es vista como "un país de avanzada en materia de derechos humanos" y pidió "encontrar las herramientas jurídicas que permitan poder agilizar los juicios a los responsables del genocidio".