Después de levantar ante Italia, Los Pumas volvieron a caer, esta vez en las garras de Irlanda, que los venció por 17-3, durante el tercer y último partido de su gira por Europa.
En el estadio Croke Park de Dublin el seleccionado albiceleste finalizó su primera temporada bajó la conducción de Santiago Phelan con un saldo negativo de dos victorias y cinco caídas. Para Los Pumas, el partido se empezó a complicar minutos antes del inicio del encuentro, cuando Juan Martín Hernández se lesionó en el calentamiento precompetitivo y fue reemplazado por Santiago Fernández, que cumplió, pero no pudo disimular esa baja sensible.
El partido se le hizo cuesta arriba, donde los forwards no pudieron quebrar nunca a sus pares con la pelota en sus manos, además de volver a fallar en el line, perdiendo gran cantidad de lanzamientos propios.
Sin pelotas limpias Los Pumas no tuvieron situaciones de peligro frente al ingoal adversario y apenas dispuso de tres penales para patear a los postes, dos de ellos malogrados por Fernández. Poco riesgo tomaron los equipos en un primer tiempo donde el local fue un poco mejor, pero que terminó 3-3.
En el inicio del complemento, los argentinos parecieron reaccionar y dispusieron de un penal factible que Fernández falló.
Pero de ahí en más todo fue de Irlanda, que dominó la lucha de forwards y manejó los tiempos a través de las patadas tácticas de Ronan O´Gara. Los irlandeses no pudieron plasmar en el inicio esa superioridad en el marcador por el buen trabajo de la defensa albiceleste, pero de a poco fueron sacando ventajas a través del pie derecho de su apertura y en el final liquidaron el pleito con un try de su wing derecho Tommy Bowe, que sólo debió tomar la pelota, correr cinco metros libre y apoyar para decretar el 17-3 final.
Así, fue un final de año opaco para Los Pumas, que en este 2008 han empezado un recambio profundo. Su entrenador deberá trabajar mucho para encontrarle la vuelta al nuevo equipo.