VIEDMA (AV).- El dilema pareciera ser la principal característica que envuelve la decisión de aplicar la suba del 60% a las tarifas de la empresa Aguas Rionegrinas. El gobierno rionegrino había dispuesto un aumento pleno pero luego revisó la medida y desdobló el impacto entre fin de año y principios del 2009.
Una primera versión del decreto respectivo habría sido firmado días atrás por el gobernador Miguel Saiz con un solo tramo. Luego trascendió de fuentes oficiales dignas de crédito que el texto habría sido cambiado, retrasando el expediente.
La corrección obligó a funcionarios de la Secretaría Legal y Técnica a replantear todos los pasos administrativos hasta la firma de un nuevo decreto y su vigencia a partir de la publicación en el Boletín Oficial.
En consecuencia, el trámite volvió al Ministerio de Hacienda para que sea refrendado por su titular, Pablo Verani.
Como ente regulador "nosotros autorizamos el aumento, que puede ser en uno, dos o tres tramos, pero la decisión final está en el Poder Ejecutivo", explicó a "Río Negro" el superintendente del Departamento Provincial de Aguas (DPA), Horacio Collado.
El desdoblamiento, según la versión del funcionario, responde al modo en que la concesionaria estatal del servicio cierra el balance y a cómo operan los vencimientos. Los 112.000 usuarios tienen una liquidación del consumo en meses pares como impares, por lo tanto se optó por fijar el criterio de gradualidad en las boletas y de este modo atenuar el resentimiento en los bolsillos de los consumidores.
El gerente general, Alejandro Kosta, aún no fue notificado de la revisión tarifaria, aunque se mostró disconforme con los anuncios del 60%. Indicó que la intención de la empresa era que los usuarios recibieran el porcentaje pleno, argumentando que "ya venimos muy retrasados con la decisión pues previamente habíamos calculado un 65,2%".
La base por que la se determinó este incremento se retrotrae a los valores de insumos de agosto del 2004. Para los administradores de la empresa se observa una notoria desactualización, tomando en cuenta la espiral ascendente que se traslada a algunos componentes del cálculo de la tarifa, como atender nuevos requerimientos salariales y mayores gastos de electricidad.