MAR DEL PLATA (Cristian Helou, enviado especial).- El descanso entre partido y partido fue de relax total y se extendió de tal forma que más de la mitad de la gente que copo el "Islas Malvinas" se perdió el primer set de Juan Martín Del Potro-Feliciano López. Fue, ni más ni menos, el quiebre del día. El momento que puede cambiar una final, que empezó bárbara para Argentina, pero cerró mejor para España.

Están 1-1 y hoy disputarán un dobles determinante, por la Copa Davis (ver aparte).

David Nalbandian tuvo un arranque perfecto y despachó a David Ferrer por 6-3, 6-2 y 6-3, en apenas 1 hora y 59 minutos. Y en el segundo turno, López dio el gran golpe al vencer a "Delpo" por 4-6, 7-6 (7-2), 7-6 (7-4) y 6-3, en 3.18.

Si alguien pensó que David iba a tener alguna resistencia por tener puesta la camiseta de Córdoba, se equivocó.

El de Unquillo recibió una ovación y la devolución fue con una actuación sin fallas. A media máquina, le ganó al "Guerrero" del circuito, que ayer las corrió todas, pero no alcanzó.

Con dos quiebres en el primer set, David marcó claras diferencias ante un rival que mostró muchas limitaciones y que, fiel a su estilo, trató de aguantarlo desde el fondo de la cancha.

Nalbandian, sin brillar en ese parcial, apareció en momentos decisivos para empezar a asegurar el punto. Cuando Ferrer intentó meterse en partido, con un par de puntos seguidos, el local respondió con genialidades o saques ganadores. Eso ocurrió para el 4-2 y 5-2, que sirvieron para sellar el 6-3.

Si en el set inicial, David sufrió poco y nada, en el segundo, menos. Salió a mostrar todo su repertorio, apoyado en una derecha letal y dejó sin chances a un Ferrer sin reacción, que ni siquiera corrió las bolas como en el inicio.

La última carta del español fue el 2-4 del tercero, pero Nalbandian volvió a sacar su chapa de jugador copero.

Arrancó 0-30, con dos muy buenos tantos del otro David, pero encadenó cuatro puntos, dos con toques excepcionales en la red, y liquidó la historia.

Saludó a su rival, a Emilio Sánchez Vicario, se abrazó con Alberto Mancini y volvió al centro de la cancha para saludar y repetir "Vamos, vamos", con las manos en alto. Dio cátedra durante dos horas y dirigió la orquesta durante cinco segundos. 1-0 y el objetivo inicial cumplido.

Ya en el segundo turno, aunque el primer set se definió 6-4, quedó la sensación de duelo muy parejo en el "Islas Malvinas". Es que López mostró un rendimiento interesante y en varios momentos le complicó los planes a "Delpo", que salió a flote gracias a su servicio.

Feliciano le devolvió con la misma moneda en el siguiente parcial. Ajustó su saque y a eso le agregó solidez desde la base, un combo ideal para recuperar terreno perdido. En un set sin quiebres, el español fue muy superior en el tie break (se adelantó 4-0 y 5-2) y empardó el segundo encuentro de la final.

La historia se repitió en el tercero, pero con una gran diferencia: no es lo mismo perder un parcial para quedar 1-1, que quedar atrás en las cifras. El segundo tie break dejó nocaut a Juan Martín.

Y en el cuarto, bajón total. El físico volvió a pasarle factura al de Tandil y las molestias en el aductor de la pierna derecha lo dejaron con lágrimas y muy lejos del milagro. Estaba 1-2 en sets y 2-3 en el cuarto, un panorama demasiado oscuro. No lo dio vuelta y España, que tres horas antes era pura tristeza, fue alegría total.

Ahora, Nalbandian saldrá a poner el pecho otra vez en el dobles, mientra que "Delpo" pasó a ser duda para la jornada de mañana (ver aparte).

La final de la Davis quedó 1-1, un resultado probable si venía Rafael Nadal, pero que muy pocos imaginaron ayer cuando Del Potro ganó el primer parcial.

Hoy irá el dobles y mañana, la definición. Ya no habrá campeón de sábado, como muchos pensaron, y la serie está más abierta que nunca. El dramatismo seguramente volverá a hacerse presente hoy en el "Islas Malvinas", durante un punto que será más que determinante.