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Se suicidó el "Malevo" cuando lo iban a detener | ||
Ferreyra era investigado por su rol en la dictadura El ex comisario se pegó un tiro en la cabeza | ||
SAN MIGUEL DE TUCUMÁN (DyN).- El ex comisario tucumano Mario "Malevo" Ferreyra, quien estaba prófugo de la Justicia Federal en una causa por desaparición de personas durante la dictadura, se mató ayer de un balazo en la cabeza para evitar ser arrestado, en momentos en que le hacían una entrevista televisiva. Ferreyra, de 63 años, se encontraba recluido desde hace diez días con su esposa y su hijo de 11 años en su casa de la localidad de San Andrés, en la zona este de Tucumán, luego de que el juez subrogante Daniel Bejas ordenara su captura. Ayer a la tarde, efectivos de Gendarmería Nacional llegaron a buscarlo a la vivienda por orden del juez, pero el ex comisario se resistió a ser nuevamente detenido y se pegó un tiro en la cabeza. El instante en que Ferreyra se disparó con un arma que tenía escondida en una bota fue filmado por un equipo periodístico de Crónica TV, que se subió junto al ex comisario a un tanque de agua de la vivienda. Allí, los cronistas relataban instancias de la llegada de los gendarmes para su detención cuando Ferreyra tomó el arma, dijo "hasta siempre María", en alusión a su esposa María de los Ángeles Núñez y se disparó cerca de una oreja. La escena del disparo fue repetida una y otra vez en distintos medios, una edición que enfatizó lo truculento y sórdido. Tales imágenes extremas se expusieron en todo su proceso y en forma reiterada, en horario de protección al menor. La familia de Ferreyra intentó auxiliarlo en la torre de agua cuando estaba malherido e insultó a los efectivos de Gendarmería que bajaron al ex comisario con una soga. Ferreyra fue llevado de urgencia por los gendarmes al Centro de Salud "Zenón Santillán", en la capital tucumana, donde ingresó a las 16.35 ya fallecido, dijeron fuentes médicas. El director del hospital, Ricardo Figueroa, sostuvo que el cuerpo de Ferreyra estaba "en la morgue del hospital, vigilado por Gendarmería" y destacó que también algunos familiares y allegados al ex comisario se acercaron ayer a la tarde hasta el centro de salud. María Arraguada, mediadora de la Corte tucumana, lamentó en diálogo con la prensa la rapidez del accionar de Gendarmería porque dijo que un abogado "logró dialogar con él" antes del ingreso de los gendarmes. La funcionaria judicial manifestó que luego de hablar con Ferreyra, que se había atrincherado en un tanque de agua de la casa, iba junto al letrado "caminando para encontrarnos con Gendarmería, pero irrumpen los gendarmes por la tranquera y a la carrera". "Les dijimos no entren, no entren y a los minutos se escuchó el disparo", explicó. Hace una semana el juez federal Bejas ordenó su captura para que responda sobre las actividades que desempeñó durante la dictadura en vinculación con el centro clandestino de detención del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga. "No tengo nada que ver. Que investiguen, que vayan a los lugares, que busquen. Si miento, que me fusilen", dijo el ex comisario a La Gaceta. Además, sostuvo que detrás de la causa que busca conocer el destino de desaparecidos que estuvieron detenidos en ese centro clandestino hay intereses económicos, porque los deudos "cobran 250.000 pesos por cada preso o desaparecido". "Hay dos mujeres en esto, (la jueza) Alicia Noli y (la abogada de los organismos de Derechos Humanos) Laura Figueroa. Supe que Figueroa cobra una parte", denunció Ferreyra. Asimismo, advirtió: "Las hago responsables de lo que me pase a mí o a mi familia". Ferreyra anticipó que no iba a presentarse ante el juez y sostuvo: "Me declaran prófugo, y aquí estoy. Si viene Gendarmería, que me acribille; ya no me interesa". (Agencias y Redacción central). | ||
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