NEUQUÉN (AN).- El gobierno comenzó a abrir el paraguas para evitar más situaciones conflictivas, y le solicitó a todos los hipermercados una donación de alimentos para contribuir a un clima de paz social ante la llegada de las fiestas de fin de año, una época en la que habitualmente los reclamos de canastas alimentarias comienzan a llegar a los despachos oficiales y a las empresas del rubro.

Ayer el ministro de Gobierno, Educación y Cultura, Jorge Tobares participó de una reunión con representantes de las cadenas supermercadistas que operan en la región a la que también se sumó la vicegobernadora Ana Pechen, el ministro de Desarrollo Social Wálter Jonsson, y el titular de la CGT Sergio Rodríguez.

Jonsson dijo que hay unas 54.000 personas en "situación de vulnerabilidad" para las que se busca la posibilidad entregar alguna caja con comida o bono.

Tobares explicó que "fue un pedido en el contexto de la responsabilidad social empresaria". Reconoció que hay una situación macroeconómica que tiene "factores" de incidencia en el clima de confrontación social que el programa lanzado ayer busca contrarrestar. El programa "De contención y conciliación con paz ciudadana", tendrá un comité ejecutivo que incluye la participación de ongs "a las que convocaremos en los próximos días", dijo Tobares, el gobierno, las cámaras empresariales e iglesias, con las que el gobierno se reunió ayer por la tarde en la dirección provincial de Cultos.

Rodríguez, uno de los participantes del encuentro, expresó a la salida de la reunión que se prolongó por casi dos horas, que "no va a haber ninguna necesidad de situaciones violentas ni conflictivas este fin de año", a partir del plan de contingencia direccionado a los sectores más desprotegidos de la población. Tobares dijo que cada una de las empresas evaluará cómo contribuirá, y de eso habrá una idea más precisa a partir de la reunión que volverán a tener la semana próxima.

El programa, dijo Tobares, implica "tener un acto de estricta justicia social en la época navideña". Es una salida "transitoria", según agregó, pero "tiene que ver con todo un contexto de incertidumbre y conflictividad" y de "falta de oportunidades laborales asumiendo con plena responsabilidad que los programas que implementamos son insuficientes".

"Con esta medida el gobierno se está anticipando a la posibilidad de violencia. Parte de nuestra responsabilidad es acompañar", dijo Rodríguez. La copia del plan que se llevaron las empresas menciona que los principales riesgos son " la violencia, la exclusión, la falta de un compromiso sobre reglas de juego y la ausencia de una metodología compartida para un tiempo de soluciones".

Ayer el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, participó de una reunión con representantes de las cadenas supermercadistas.