Sábado 22 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 8 > Regionales
Corrida desesperada

Ariel Quiroga, de 36 años, había nacido en Rivadavia, a unos 20 kilómetros de la ciudad de San Martín de Mendoza -razón por la que se confunde su lugar de origen- y vivía en Malargüe. Se sabe que tenía tres hijos de 5, 6 y 7 años, aunque algunas fuentes dicen que vivía sólo en Malargüe, donde era delegado de la UOCRA.

En Rivadavia, donde vive una hermana, anoche esperaban el cuerpo para el velatorio, que llegaría alrededor de las dos de la mañana de hoy.

De acuerdo a los relatos de testigos presenciales y de policías se pueden reconstruir los últimos minutos de vida de Ariel Quiroga.

Las fuentes mencionan que el dirigente fue duramente golpeado apenas se produjo la refriega y que entonces optó por huir hacia donde pudo. En un momento lo vieron que estaba dentro del canal, aunque no se pudo determinar si se cayó, lo arrojaron o se tiró. Sí se sabe -y los jefes policiales en una charla informal mencionaron la misma versión ante este diario- que Quiroga se tomó de algo así como una rama desde donde intentaba salir del canal que tiene una profundidad de 7 metros, aunque el agua ocupaba no más de dos metros. En ese intento desesperado de salir del agua, desde el borde del canal le arrojaron piedras hasta que se vio obligado a soltarse.

A partir de allí, un policía intentó salvarlo arrojando su cinto para que se tome de él. Luego ató la camisa al cinto para poder llegar hasta la mano desesperada de Quiroga que finalmente terminó perdiéndose en el agua. Casi cinco horas más tarde fue hallado a unos 7 kilómetros de donde cayó. Su cuerpo fue rescatado por la policía frente a la zona urbana. (ACA)

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