NEUQUÉN (AN).- En la tapa del cuarto disco de Vetamadre, "Vientre", hay una mano tratando de salir de una burbuja blanca de aspecto denso. Como en sus letras, en el diseño del álbum editado en 2007, la banda resalta mucho más su lado existencial, ambiguo pero al mismo tiempo esperanzador. La referencia al blanco no es casual. "Quería que tuviera la luminosidad que antes no tenía", admite desde Buenos Aires Julio Breshnev, guitarra y voz cantante de este proyecto que lleva más de una década en carrera y, además, un compositor de rock conceptual porteño.
Con él coincidieron Coca Monte, miembro fundador y bajista histórico de la banda, Federico Colella en batería, y Martín Dejean en sintetizadores y piano. "Ese disco fue como una especie de parada en el camino. Veníamos muy cerrados en lo que fue la primera trilogía de la banda ("Ruido del mundo" ,1998; "Libéreme 2002, y "Veratraves" 2004) y para ´Vientre´ nos tocó una etapa más difícil en la vida de cada uno", reconoce Julio.
Más allá de su aspecto, el disco conserva la intensidad de una banda conceptual que combina sutileza y poder al mismo tiempo. "Lo nuestro tiene que ver con una necesidad de expresar, de decir algo. Sobre todo porque la banda surgió en una época de no mensaje, donde era más cool no decir nada que decir demasiado. Pero nosotros nos embarcamos igual en esa necesidad de mandar un mensaje fuerte. Queremos que la música de Vetamadre sea como la banda sonora central de tu película y no algo que pasa por el costado", agrega el músico que se integró a Vetamadre allá por 1997, al año de la formación inicial de grupo.
Los Vetamadre conservan frescas, todavía, las emociones generadas en un concierto ofrecido en vivo en el Teatro ND Ateneo en agosto de 2007, que les dio material para grabar su reciente CD y DVD, "A través del ruido del mundo", donde hacen un repaso de toda su carrera. Con este último trabajo, los Vetamadre aterrizarán en la zona con dos recitales: hoy en Centenario (a las 22 en Tribal), y mañana en Bariloche (a las 22 en Roxbury).
La banda traerá esa cuota de energía y emotividad siempre presente en sus canciones, "ya sean fuertes o clásicas", con la potencia del mensaje.
-¿Qué tienen las letras de Vetamadre?
-Muchos dicen que es rock existencialista. Tiene mucho que ver con el despertar místico, con la necesidad de la búsqueda.
Con herencia de bandas como Pink Floyd, The Cure, Radiohead, Coldplay y los británicos Muse, los Vetamadre trazan su camino de forma independiente y suman seguidores. "Descubrimos que el boca en boca funciona bien, pero tenía que ver con eso de no pertenecer a ninguna tribu; mucho menos a una tribu cool que es lo que manejan por ejemplo "Rolling Stone" u otros medios que se suponen alternativos, pero son masivos. Hicimos un camino distinto y nos volvimos federales al salir a tocar fuera del circuito clásico".
La banda ya está elaborando su próximo trabajo discográfico que, adelantó Julio, "si bien va a tener el espíritu de Vetamadre, va a dar un salto hacia algo bien distinto".
- ¿Con qué color lo definirías?
-¡Qué dificil!... pero me tiro por el negro violáceo con un toque de luz, con flashes. Creo que va a ser un disco muy intenso, lo asocio con "Velatraves" que es un álbum muy profundo. Creo que esto viene profundo pero mucho más impactante.