Era una empresa complicada. Resucitar una buena banda que murió con el carismático, excéntrico y divertido Freddie Mercury, no era fácil. Pero al menos, Queen no buscó a un imitador, sino al musculoso Paul Rodgers, cantante de Free y Bad Company.
Así y todo, ayer, en Buenos Aires y ante un repleto estadio de Vélez intentaron recuperar "esa suerte de magia" que no sólo los identificó sino que los argentinos tuvieron la suerte de conocer, hace 27 años, cuando con un Freddie Mercury realmente vivo, dieron un gran recital, exactamente en el mismo lugar que ayer, hacía finales de la dictadura militar.
Y no pudieron evitar tentarse con la demagogia. Freddie volvió, en la pantalla, claro, que hizo estallar al estadio.
Y se instaló aún más fuerte cuando, desde una imagen gigante, también en la pantalla, cantó casi la totalidad de "Rapsodia Bohemia".
Esas imágenes y esas canciones clásicas fueron el plato fuerte de un show que duró casi dos horas, y dejó en claro que Freddie Mercury era el alma y que no tiene reemplazo. Que en todo caso, éste es otro Queen, que poco tiene que ver con aquel grupo.
Pero ya lo habían dicho ellos antes, en conferencia de prensa. El propio Paul Rodgers fue el encargado de remarcar: "Nadie puede reemplazar a Freddie, nos llamamos así porque así la gente entiende que es una sociedad".
El guitarrista Brian May y el baterista, Roger Taylor, explicaron los porqués de su decisión de seguir con Paul Rodgers: "Tenemos las mismas influencias. Si Freddie estuviera aquí hubiera dicho que Paul Rodgers es uno de sus héroes", exageraron.
En cualquier caso, durante el show de anoche, se intercalaron los clásicos de Queen, esos que la gente que los fue a ver sabía de memoria, y los nuevos temas del disco que los sacó de gira: "The Cosmos Rock".
Rodgers no tiene un registro vocal de base lírica como Mercury, pero durante muchos años fue considerado uno de los mejores vocalistas de rocanrol
May, Taylor y Rodgers comenzaron a girar juntos hace cuatro años, en los que el cantante fue probando en vivo el repertorio de Queen, el público se acostumbró a su presencia, y la química fue muy buena. Eso fue justamente lo que demostraron anoche. Pese a la ausencia.
