NEUQUÉN (AN).- La policía, por orden de la Justicia, intentó ayer desalojar a un vecino de Arroyito que ocupa el camping de la YPF estatal desde hace 35 años. El hombre, que trabajó para la empresa y que fue despedido tras la privatización, reclama las tierras porque no recibió indemnización

Vecinos de la localidad y de Senillosa -Arroyito pertenece a su ejido municipal- junto a representantes del gremio ATEN- apoyaron a la familia y, luego de que se retirara la policía, se dirigieron a la Ruta 22 para entregar volantes a los viajantes. Según dijo el secretario gremial del sindicato en Senillosa, Diego Rosales, "para difundir la situación, ya que nadie da respuestas".

El ocupante es Norberto Sotelo, que trabajó para la empresa cuando era estatal y que mantiene un litigio judicial en el que exige por ese reconocimiento laboral. Cuando YPF dejó de ser estatal, Sotelo no fue indemnizado y decidió quedarse en el predio del camping que era propiedad de la empresa en Arroyito, lindero al club de golf y sobre la rivera del Limay.

"Vino una representante legal del gobierno provincial, una abogada, a plantear la reubicación de esta familia porque tienen un hijo discapacitado", explicó Rosales. La oferta para al tema de la vivienda fue la de reubicarlos, dadas las condiciones especiales que se necesitan para atender a una persona con discapacidad, en una vivienda en Senillosa. "Quieren que dejen el camping y se los reubique en una casa en Senillosa. Obviamente, la familia dijo que no, porque lo único que se busca es sacarlos del predio en el que están hace 35 años", agregó el dirigente.