BUENOS AIRES (DyN) - La relación entre Argentina y Uruguay sigue muy fría, al cumplirse dos años de corte ininterrumpido del puente que une Gualeguaychú con la ciudad uruguaya de Fray Bentos por la Asamblea Ambiental que rechaza la instalación de la pastera Botnia en el río limítrofe.

Mientras el gobierno de Tabaré Vázquez mostró ayer su escepticismo en que se levante el bloqueo, el ex presidente Néstor Kirchner insistió en su candidatura para la Secretaría General de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), pese a que el mandatario uruguayo ya adelantó que se opondrá.

Fuentes cercanas a Kirchner confirmaron que "de ninguna manera Kirchner va a declinar su candidatura", propuesta por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, para encabezar la Unasur. De esa manera las fuentes salieron al cruce de versiones periodísticas que especularon que, ante la falta de una posición unánime en los países miembros de la Unasur sobre quién debe ser el secretario general, Kirchner se bajaría. El mes próximo, en Brasilia se celebrará un nuevo cónclave de la Unasur, que todavía debe definir sus autoridades. Está claro que el santacruceño no va a ceder un ápice en una puja que mantiene con el presidente uruguayo desde tiempo atrás. Kirchner y Vázquez fueron aliados regionales e incluso el santacruceño alentó la candidatura del uruguayo a la presidencia del país vecino. Sin embargo, la instalación de la pastera Botnia y el consecuente corte de rutas en Entre Ríos, deterioraron la relación al punto de convertirla en una confrontación. Ayer, el gobierno uruguayo se mostró escéptico ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo a corto plazo con Argentina, que permita levantar la protesta. "Visualizamos la situación con tristeza y escepticismo, seríamos muy inocentes si pensáramos en una solución rápida a esta dilatada controversia", dijo la viceministra de Turismo, Liliam Kechichian. El puente General San Martín, que une la argentina ciudad de Gualeguaychú con la uruguaya Fray Bentos, cumplió ayer dos años vedado al tránsito vehicular por los ambientalistas que rechazan la instalación de la pastera de la finlandesa Botnia en la vera uruguaya de un río limítrofe, alegando que contamina.