Viernes 21 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 6 > Regionales
"Nos venían amenazando", dijo Pereyra

NEUQUÉN (AN).- El secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado Guillermo Pereyra, aseguró que "hace meses" que el gremio de Bahía Blanca "venía amenazando a trabajadores que se desempeñan en cercanías de Catriel" presionándolos para que se cambien de sindicato.

Este sería el trasfondo que antecedió al encontronazo de ayer, según la versión que dio el sindicalista neuquino.

Pereyra, que según dijo estaba fuera de la provincia, afirmó que "son unos 15 matones que vienen queriendo apretar a nuestros compañeros".

Sostuvo que un grupo de su sindicato quiso pasar ayer un puente sobre la ruta 151 que une Catriel con 25 de Mayo y que "como no nos dejaban pasar nuestros vehículos", hubo quienes se bajaron y allí habría empezado la pelea.

Según agregó, el gremio bahiense tiene jurisdicción en la provincia de La Pampa, en cercanías del yacimiento Corcovo.

"No pueden soportar"

"Cerca de 320 de los 350 trabajadores que se desempeñan en el yacimiento Corcovo son afiliados nuestros, y es una situación que ellos (por la otra organización sindical) no pueden soportar y por eso nos mandan matones para modificar la postura que es muy clara entre nuestros compañeros", aseguró Pereyra.

El gremialista añadió que lo que sabía fue a partir de un relato telefónico: "Hubo una defensa de nuestros compañeros. Los de Bahía según parece sacaron un arma. Al parecer uno de los hombres del otro sindicato comenzó a dispararle a gente nuestra y salió corriendo en dirección a un canal y se tiró", afirmó Pereyra, sobre quien pocas horas después apareció ahogado con un fuerte golpe en la cabeza.

Los gremialistas de Bahía Blanca huyeron del lugar y efectivos de la policía detuvieron a catorce afiliados del sindicato de Río Negro y Neuquén.

"Lo que nosotros no vamos a permitir es que un grupo minúsculo quiera venir acá a poner en riesgo la situación laboral de nuestros compañeros y trate de intimidarlos con armas para que se cambien de sindicato", expresó.

El titular de los petroleros dijo que "no tengo nada que hablar" con el gremio de Bahía Blanca. "Para nosotros las cosas son más claras: tienen que dejar de amenazarnos", aseguró.

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