David Nalbandian liquidó el viernes 6-3, 6-2, 6-3 a David Ferrer para darle a Argentina su primer punto ante España en la final de la Copa Davis.
``Jugué un gran partido, y bueno, ganarlo rápido de la forma que jugué creo que mejor imposible'', comentó Nalbandian a la televisión en medio de la cancha donde destrozó a su oponente, el número uno de España y 12 del ranking mundial.
Nalbandian sacó rápida ventaja al quebrar en el tercer game con fuerza y precisión, ante un Ferrer que tenía problemas en las devoluciones. El estadio, que por entonces era un remanso de paz, amplificó entonces un aliento que se hizo aliado incondicional de Nalbandian.
``Vamos vamos, Argentina, vamos vamos a ganar...'', bramaron los argentinos, que buscan disfrutar de su primera Ensaladera de Plata en la historia. España disfrutó dos veces de ese trofeo. Nalbanbian confirmó el quiebre en el cuarto y sin darle tregua ni cuartel levantó un 40-0 para cosechar el quiebre y ponerse 3-1.
Luego aumentó su propia ventaja para aprovechar una devolución en la red e irse al descanso con un inapelable 6-2. En mucha menor cantidad pero tan bulliciosos como los locales, desde las gargantas españolas partió a coro: ``Este partido lo tenemos que ganar'', una de las frases de aliento que suele recibir la ``Furia roja'' en cualquier deporte. Pero Nalbandian fue tejiendo una cómoda victoria, mucha más cómoda de lo pensado, en 1 hora, 59 minutos de juego.