ROSARIO (DyN) - Los directivos de General Motors y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) avanzaron ayer en las negociaciones para poner fin al conflicto de más de un mes por el despido de 435 trabajadores de la planta que la automotriz tiene en la localidad santafecina de Alvear.
La empresa ofrecía un recorte salarial a 160 empleados como medida para evitar despidos, en el marco de la crisis económica internacional que afecta a la firma
Sin embargo, como aún no se llegó a un acuerdo final, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe prorrogó ocho días la conciliación obligatoria que vencía ayer.
De este modo, las partes tendrán hasta el 2 de diciembre para intentar llegar a una solución definitiva. Las partes habían interrumpido en horas de la tarde una reunión en la Delegación Rosario del Ministerio, pero posteriormente continuaron las negociaciones, acordándose proseguirlas hoy para encontrar una solución definitiva, según informaron fuentes oficiales.
La reunión se inició en las últimas horas de la mañana, prologándose hasta horas de la tarde, y contó con la participación de la viceministra del área, Alicia Ciciliani, directivos de la empresa y los secretarios general y gremial de SMATA, Marcelo Barros y Gabriel Bianucci, respectivamente.
Ciciliani expresó a DyN que "seguimos tratando de llegar a un acuerdo final", al tiempo que ofreció detalles de la propuesta empresaria.
"General Motors subió la oferta para el personal despedido con fecha diciembre del 2009, que será suspendido en el transcurso de todo este tiempo pagándole durante los dos primeros meses el cien por ciento del sueldo y durante los otros se continuarán realizando mayores descuentos", indicó.
Luego, agregó la funcionaria que "los dirigentes sindicales siguen proponiendo que todo el personal tenga la posibilidad de rotar para las suspensiones".
"Estamos llegando a un principio de acuerdo mediante el cual estaríamos evitando los despidos en la medida en que podamos incrementar el régimen de suspensiones", dijo el vocero de General Motors, Bernardo García
El inicio de la crisis tuvo lugar el 17 de octubre pasado, cuando fueron despedidos dos operarios de la planta y luego se agravó con el despido de otros 436.
La empresa en esa oportunidad adujo la crisis internacional automotriz con el agravante de que el vehículo Vitara se dejaba de fabricar en Santa Fe.
Por otra parte, el ministro de Trabajo de la provincia, Carlos Rodríguez, manifestó ayer a los medios que "entre los 300 despidos y otro ciento y pico más que iba a haber, pasar a no despedir a nadie y tener suspendido a parte del personal cobrando en un principio todo el salario que después tendrá las quitas correspondiente, es un avance enorme".
Agregó que "se ha producido un cambio en la situación especialmente porque este tipo de conflictos no se suelen resolver en las provincias, además es una muestra de confianza de las partes en la administración santafesina".