CIPOLLETTI (AC).- Resultó un plan perfecto porque aparte de los resultados con secuestro de marihuana, armas y las detenciones de directos involucrados, hasta cayeron cuatro presuntos compradores y consumidores de marihuana que iban a comprar la "mercadería" sin sospecha alguna, y hasta munidos de pipas, papel de armado y "tuqueras artesanales".
El operativo fue llevado a cabo por comisiones de la División General de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, con sede en esta ciudad, que comanda el comisario Daniel Pivetta.
En mérito de una larga tarea de inteligencia y -por lo que trascendió en fuentes oficiosas- por alguien que confió algunos datos sueltos a los pesquisas, se fue armando el trámite, con participación del juzgado Federal de Roca, para caer en el momento propicio sobre lo que podría estar siendo la punta de lanza de una banda con ramificaciones en la zona.
Sin ruido, con varios móviles y casi 20 efectivos, los federales rodearon ayer pasadas las 10 un domicilio ubicado en el barrio Don Bosco, en calle Colombia, no lejos de Primeros Pobladores, aunque durante las últimas 48 horas, ya con el dato preciso en carpeta, numerarios camuflados como ocasionales peatones, vendedores o simplemente afectos al ocio, estaban estrechando un cerco de vigilancia invisible pero inexpugnable.
A la hora señalada entraron con orden de allanamiento a la morada y se encontraron con un hombre y una mujer en plena tarea de "corte" de un pan de marihuana (sería de entre 150 y 300 gramos) y 100 "porros", con un estile. Muy cerca había un revólver Smith & Wesson calibre 38 cargado y con balas de punta hueca -penetran la carne y se esparcen produciendo daños tres veces más graves que los proyectiles comunes-, bolsas de fraccionamiento y elementos de diversa índole. Allí detuvieron a un hombre de 25 años, alias "El Gordo Grande" y a una mujer que serían su pareja.
Por lo que trascendió, el sujeto tendría antecedentes por robo y asalto a mano armada, y pudo haber purgado prisión por un homicidio. La mujer tendría asimismo ingresos a comisarías.
Pivetta fue consultado pero como de costumbre estuvo parco a la hora de la información. No negó el operativo, ni el secuestro de marihuana ni de las armas y los demás elementos, pero dijo que "estamos siguiendo con esto y si se conocen más datos se pone en riesgo la continuidad de un trabajo muy preciso". Pero se supo que cuando entraron los policías, la pareja estaba en plena tarea de corte, muy tranquila, sin sospechar nada anormal. Y en el domicilio de calle Colombia quedaron demorados cuatro jóvenes, llegados antes del procedimiento, quienes aparentemente esperaban comprar cigarrillos de marihuana y llevaban pipas, tuqueras y papel de armado.
En la casa había una criatura, de no más de tres años, hija de los detenidos, que quedó con su abuela, quien nada sabría de lo que sucedía.
