Sus coches son de lujo y vistosos, sus fiestas tan extravagantes como sus residencias palaciegas, sus celulares de última generación y las mujeres a su lado bellas y jóvenes.
Esta descripción, que bien podría adaptarse a los músicos raperos, refleja el estilo de vida que llevan los piratas somalíes, considerados ya los "nuevos ricos" de Etiopía.
"Conducen automóviles de lujo, usan celulares vistosos y notebooks de última generación, viven en mansiones y contraen matrimonio con mujeres hermosísimas", dice Dahir Musse, un empresario de Bosasso, en el norte del país.
La piratería somalí tiene sus raíces en un movimiento de pescadores que decidió unirse para impedir en los años 90 la pesca ilegal y el vertido de residuos tóxicos frente a sus costas. Mientras los secuestradores afirman que ese continúa siendo su principal motivo, la piratería se ha convertido en una industria lucrativa, sobre todo desde que las navieras han mostrado disposición por pagar altas sumas por el rescate de sus embarcaciones. (DPA)