NUEVA YORK.- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ayer el envío adicional de más de 3.000 cascos azules al este de la República Democrática de Congo, donde los enfrentamientos entre rebeldes tutsi y tropas del gobierno desencadenaron una grave crisis humanitaria.
Los 17.000 efectivos de la misión de paz de Naciones Unidas en el país (MONUC) contarán así con un refuerzo de 2.785 militares y 300 policías, según la resolución aprobada de forma unánime por los 15 miembros del máximo órgano de la ONU.
Se trata de la mayor misión llevada a cabo por cascos azules. "La situación humanitaria sigue siendo mala y el alto el fuego se viola continuamente, incluso por aquellos que lo proclamaron", explicó el embajador francés ante Naciones Unidas, Jean-Maurice Ripert. El diplomático adelantó que el mandato de MONUC será prolongado en breve.
"Debemos dar a MONUC la posibilidad de intervenir de forma contundente y efectiva contra aquellos que no se ciñen al acuerdo de desarme".
Entre tanto, una portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció ayer el saqueo de un centro del organismo dedicado a la asistencia de niños desnutridos en Kayna, este de la República Democrática de Congo.
Informes no confirmados apuntan que también el hospital de la localidad fue objeto de los ataques. (DPA)